Borrar
Urgente Lluvia de premios en La Primitiva hoy: más de 193.280 euros entre diez jugadores este sábado

Tengo que decírselo y no sé cómo hacerlo. Reconozco que a la hora de cortar habría preferido ser víctima antes que verdugo, forzar la situación y que él diera el paso por mí, pero aquí ya no hay estrategia posible. O lo hago yo, aunque sea con un ridículo numerito a lo Pimpinela, o esto se eternizará de forma absurda. Deben entender que no me resulte fácil. Veinte años de relación pesan mucho. Cómo olvidar nuestros primeros pasos. Qué pareja, menudas pintas teníamos los dos. Eran otros tiempos. Él trajo a mi vida una dulce sensación de libertad, me sacó de casa, rompió todas mis cadenas e hicimos cosas impensables juntos. De acá para allá sin parar. No es nuestra primera crisis, otras veces me he planteado dejarlo, pero a ver quién es el guapo que resiste su zalamería. Cuando la rutina corroía la relación siempre se las ingeniaba para reinventarse. Cambia de look, te susurra al oído con un tonito seductor aquello que quieres oír y zas, vuelves a caer en su trampa. Ahí está el peligro. En escucharlo y dejar que te hipnotice como la serpiente, porque termina haciendo contigo lo que quiere hasta llevarte a la asfixia. Eso es, una boa constrictor disfrazada de dandi. Todo juega a su favor. Conversa como nadie, es divertido y de un atractivo que lo rompe. Logra que dependas por completo de él y ni siquiera puedas quedar con otra persona sin su presencia. No necesita pedírtelo. Es un manipulador sutil que siempre quiere más y te mete en su bolsillo cuando debería ser al revés. Yo necesito espacio vital, escapar de sus malditas redes. Por eso al fin me he armado de valor. Si no capta mis indirectas iré al grano. En estas cosas no puedes confiar en nadie, pensar que el tiempo te hará el trabajo sucio. La obsolescencia programada no es una solución, así que ya he decidido cuándo se lo diré. Será sin que nuestras miradas se crucen, con tal de evitar que vuelva a convencerme de que tenemos futuro juntos. Le dejaré dormir para que resulte menos duro, sí, eso haré, y en el momento en que se le agote la batería lanzaré su odioso cargador al mar.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias La ruptura