La ruta

'La ruta' tiene vocación de permanecer, de quedar como un testimonio indispensable en el futuro para aquellos que quieran saber qué sucedió en la época. No está hecha para aprovecharse de una moda, ni para subirse a una ola nostálgica, o para tirar de tópicos y salir del paso. Para no quedarse solo en el chunta, chunta, en los fuegos artificiales y en las rayas de coca se han asumido riesgos, se han tomado medidas inteligentes. Una de ellas ha sido crear unos personajes potentes. Y ese cuarteto que conforman Àlex Monner, Ricardo Gómez, Elisabet Casanovas y Claudia Salas los defienden de maravilla y los van mostrando poco a poco.

Conviene no quedarse con la primera impresión porque todos vienen con mochila y mucho que ofrecer. Qué gusto da cuando se te despiertan las ganas de saber más. Eso pasa con 'La ruta'. Esta es una serie de personajes. Un grupo de soñadores, que en el camino fueron olvidándose de lo que buscaban y se conformaron con lo que encontraron. Están tan bien escritos que querrías saber más de ellos aunque perteneciesen a otra historia, a otro lugar. Pero están en ese lugar y en esa historia. No es baladí.