Urgente Un cortocircuito en el techo de la cocina se apunta como causa del incendio en el bingo de Valencia

El estado de la salud mental de la población es uno de los tabúes que se ha destapado durante estos tiempos pandémicos. La realidad es que no hay salud sin salud mental. Se pone nombre a enfermedades graves y leves pero cuesta demasiado hablar abiertamente ... de depresión o de ansiedad. El miedo a quedar estigmatizado de por vida provocaba que quienes lo padecían tratasen continuamente de ocultarlo. La sociedad les obligaba a sufrir en silencio. Y desde bien pequeños. Si nos fijamos en la mayoría de estudios realizados en los últimos años observaremos una unánime conclusión. Los problemas de salud mental empiezan a manifestarse en edades tempranas. Prácticamente siete de cada diez trastornos mentales se inician antes o durante la adolescencia. Son cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta las que hace poco no se les prestaba atención. Que a raíz de la Covid-19 se haya agravado esta situación no implica que esta situación sea consecuencia de la Covid-19. El informe 'Estado Mundial de la Infancia 2021' de UNICEF reconoce que el impacto de la pandemia ha empeorado el equilibrio emocional de los menores pero advierte de que los trastornos mentales en este segmento de población existían antes de que irrumpiera el coronavirus. De hecho, en esta encuesta señalan que el 58% de los jóvenes españoles de entre 15 y 24 años ya reconocía sentirse a menudo ansioso y nervioso. España está a la cola europea en inversión sanitaria en la atención a la salud mental. Y esa escasez de recursos no se solucionará únicamente destinando medio euro anual por cada habitante, como propone el reciente plan anunciado por el Gobierno.

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Se pone nombre a enfermedades graves y leves pero cuesta demasiado hablar abiertamente de depresión o de ansiedad

«Los trastornos mentales de los niños y adolescentes son, sin duda, el gran desafío sanitario del siglo XXI». Hace más de una década que desde la Asociación Española de Neuropsiquiatría lanzaron esta advertencia. También investigadores en neurociencia y pediatría llevan años alertando de que la primera infancia es la base de la salud mental. En esa etapa vital el cerebro dobla su tamaño y desarrolla su respuesta al estrés. Sin embargo, las sociedades no prestan la suficiente atención a los bebés. Lo reivindican desde hace tiempo psicoterapeutas como Sue Gerhardt. En 'El amor maternal', Gerhardt explica cómo las primeras experiencias emocionales son capaces de marcar la vida adulta. Daniel Goleman ha descrito este manual como el libro que todo «progenitor, maestro o político» debe leer para tomar nota. Poner las necesidades de los ciudadanos en el centro de las preocupaciones es prestarles atención desde que nacen. Porque son el futuro. Ojalá quienes gestionan la sanidad se den cuenta antes de que llegue otra pandemia.

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