Urgente El vuelco de un camión obliga a cortar la A-3 sentido Madrid y provoca atascos kilométricos entre Bonaire y Xirivella
efe

La semana agridulce de Puig

EL ESTADO DE LA COMUNITAT VALENCIANA ·

El presidente ha brillado con el golpe sobre la mesa a los sinvergüenzas de Meriton y capitaneando el cierre de la Semana Santa. Con las vacaciones falleras, se durmió

Arturo Checa

Valencia

Domingo, 7 de marzo 2021, 09:15

La excepción. No acostumbro en este espacio a lanzar halagos. Creo que la función del periodismo debe ser, casi siempre, la de ejercer de contrapeso del poder. Poner el foco en los fallos. En los asuntos a arreglar. Nuestra misión no es pisar las cucarachas, sino prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse, como dijo el maestro Kapuscinski. Y eso pretendo habitualmente con esta columna, criticar para mejorar. Pero hoy creo que merece la pena hacer una excepción. La semana de Ximo Puig ha sido lo suficientemente meritoria para ello. O al menos, dando dos de cal y una de arena. A los puntos, con un buen balance.

Publicidad

La banda. El golpe de autoridad que propino en la mesa con la recepción a los sinvergüenzas de Meriton es de esas ocasiones que encumbran a un político. Los análisis previos en ningún caso apuntaban a que Puig fuera a dar semejante ultimátum a Anil Murthy tras once años de paralización de las obras del Nou Mestalla. «¿Qué va a hacer un político? ¿Dejar que el Valencia vaya a la quiebra?» «Habrá nuevo plazo para la ATE y a seguir esperando». Algunas de estas predicciones escuché antes del encuentro del presidente con los mandatarios del Valencia C.F. Pero Puig ha puesto a los hombres de Lim, y al propio ricachón singapurense, donde merecen. En el descrédito. Lo del estadio no es una cuestión de dinero, como hace tiempo que dejó de serlo lo del Valencia. El incumplimiento de los plazos de la ATE (Actuación Territorial Estratégica) no sólo supone que siga existiendo una mole de hormigón sin acabar en la entrada norte de Valencia. Sobre todo significa que Lim y los suyos toman el pelo a los vecinos de Benicalap a los que prometieron (el club y el Ayuntamiento) que el próximo mayo habría un nuevo polideportivo y más espacios comerciales en un barrio que se marchita a la sombra de las petreas y desnudas gradas. Los de Meriton van camino de tomar el pelo a los socios valencianistas, a toda una ciudad y a la Comunitat entera. Y ahí estuvo bien Puig poniéndolos firmes. Ahora, a cumplir lo dicho, caiga quién caiga.

Responsabilidad. El presidente ha dado otra de cal esta semana convirtiéndose en uno de los adalides en España del cierre perimetral de las autonomías en Semana Santa. A pesar de la imprudencia de Ayuso, invitando a cualquiera a visitar Madrid y recibirlos «con los brazos abiertos». Proclamar viajes y abrazos cuando la pandemia amaina pero con más de 71.000 muertes a la espalda es una soberana irresponsabilidad. Y eso comete la presidenta madrileña. No hay más que ver cómo se pusieron las terrazas de los bares ayer en el primer sábado de hostelería abierta en Valencia y sin cierres urbanos. Ayuso debería ser consciente de que su argumento de defensa de la economía para no decretar más medidas en Madrid (con una de las tasas ahora mismo más altas de España) es un desastre económico futuro, cuando el aumento de casos conlleve de nuevo cierres. Eso paso tras la Navidad y volvería a pasar ahora. Paciencia y prudencia.

La de arena. Es un tema muy impopular, con un colectivo poderoso como el de los profesores delante y políticamente incorrecto. Y quizás precisamente por eso Puig llegó aquí tarde. Hablo de las vacaciones escolares de las 'no Fallas'. Absurdas de base: si no hay fiesta, no se libra. Y punto. Y la movilidad más a raya. Y los contagios más acotados. La recomendación del presidente de que hubiera clase se quedó corta y llegó tarde. Un decreto y fuera. Eso debió haber hecho. Ojalá en el futuro no sea una causa de lamentos como fue lo de 'salvemos la Navidad'.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad