A mano abierta, lo que se dice a mano abierta y sonando, lo de Ángel Luna al Consell el martes pasado. Que sí, que Will ... Smith muy bruto, pero Chris Rock siguió con el discurso y los chistes. A ver quién hace chistes en el Consell con la memoria de la Sindicatura de Greuges del año pasado. El síndic se ha erigido en el puntal de la oposición al tripartito. Nadie mejor que él ha puesto el dedo en la llaga. Como ya le pasó, cuando hizo suya la idea de que quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, y la tiró (en realidad, prácticamente se le cayó una chinica de la trona de Les Corts, la empujó un poquito, y aunque no le dio, Camps rodó por el suelo como si fuera Neymar), pues el Síndic se ha vestido de defensor del pueblo de pies a cabeza. Ángel Luna no atiende a razones botánicas ni tripartitas. El informe sobre la actividad de la institución el año pasado es una recopilación del trabajo de la Sindicatura ante las quejas de los ciudadanos. Ahí podía haberse quedado el exsíndic del PSPV, pero no, no. Ha ido más allá. Ha realizado, atención, una valoración. Una evaluación. Pero de las de verdad, no de esas que se hacen en los seminarios de fin de semana que se prepara el tripartito. Un cateado detrás de otro. O cate.
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A Oltra, obviamente, pues dice que el sistema creado por la vicepresidenta y gestionado desde su conselleria «no funciona». Directamente. Enmienda a la totalidad. Repartiendo cartitas como un croupier en las Vegas. No se quedó en la líder de Compromís. Luna tenía para todos.
El Síndic se despachó a gusto respecto a Sanidad, pues explicó que la atención primaria está hecha unos zorros y eso es impresentable e injustificable. Segundo round, directo a la mandíbula de la consellera Barceló, como si el PP, el sindicato médico y la Justicia no le vareasen lo suficiente. Cuenta de protección y el árbitro diciéndole a Luna que se vaya a su rincón. Pero no. Se queda.
Ángel Luna también puso a caer de un burro a la conselleria de Podemos. A la única. Porque, tiene narices, han considerado que la tramitación de las ayudas a la vivienda social debe hacerse única y exclusivamente de manera telemática. El Síndic se mofó abiertamente de la mente pensante de tal medida. De este modo, el exportavoz socialista da cuerpo a la crítica más demoledora que recibe el Gobierno que preside Ximo Puig desde 2015, porque desmonta de cabo a rabo todo ese eje vinculado al rescate de las personas. Luna advierte de que el problema es estructural, conceptual, sistémico, de mal funcionamiento general, por ineficaces en la gestión y por torpes en la concepción. Si Luna le da una así, Chris Rock no vuelve a hacer un chiste más en su vida.
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