Secciones
Servicios
Destacamos
Si viviésemos en tiempos normales, vamos como hace poco más de un año, el pasado domingo hubiésemos organizado una excursión para ver el partido del Valencia contra el Real Madrid. Un domingo y a las 4 de la tarde era la mejor hora para ir y volver el mismo día y llegar a buena hora a casa. Una semana antes estaríamos preparando el viaje. A que hora salíamos, donde pararíamos a comer para hacer la reserva, y todos los detalles para que el viaje fuese bien. Era un ritual que algún día volverá. Y hubiésemos ido al Bernabéu y no a Valdebebas. Ahora nada es normal.
De haber ganado, las prisas por llegar a casa serían menos prisas y hubiésemos parado a celebrarlo con una buena cena por Motilla. Como perdimos, el camino de vuelta habría sido más rápido, sin parar, del tirón. Es lo que solíamos hacer. Es tal el cambio que han experimentado nuestras vidas con esta situación que lo que hacíamos no hace mucho, nuestra rutina diaria, es como si ya no nos acordásemos y la viésemos lejísimos. Viajar a ver un partido. Parar a retomar fuerzas en un bar de carretera. Ir en el coche 5 personas aunque no seamos convivientes. Poder ir a un campo de fútbol lleno. Y gritar para animar a tu equipo sintiendo el aliento del de atrás o el de al lado sin pensar en los aerosoles. Pasear por la Castellana juntos, de 5 en 5 o de 10 en 10, con nuestras bufandas y con la cara descubierta, sin tapar nuestros nervios y nuestra emoción.
¿Qué raro verdad, pensar que eso es lo que hacíamos? Cuesta creer que lo volveremos a hacer. Pero seguro que lo haremos. Mi pasión futbolera, hablo en primera persona aunque supongo que a muchos os pasará como a mi, también ha sufrido un transtorno. No pienso demasiado en fútbol salvo cuando se acerca el día del partido, ni siquiera estoy pendiente de la clasificación. Me entero del resultado de otros partidos al final del día. No es pasotismo, ni indiferencia, sabéis lo mucho que significa el Valencia para mi, no sé lo que es. Cuando vivíamos 'normal' un Real Madrid-Valencia hubiese sido el tema de conversación toda la semana y los nervios aflorarían días antes del partido. Sigue siendo un 'clásico' de toda la vida, por lo menos para nosotros. Eso la pandemia no lo puede cambiar. Como tampoco ha cambiado la dinámica de perder contra el Madrid. Lo que ocurre es que esta distancia social tan insoportable y esta falta de afecto nos ha hecho un poco más fríos y quizás las derrotas duelan menos. A la espera de volver a ser como éramos no perdamos nunca la esperanza de que cuando volvamos cambie esa dinámica y ganemos al Real Madrid en el Bernabéu.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.