Que el sueño no acabe

Han pasado ya casi dos semanas desde que Parejo levantase la Copa del Rey y nos volviésemos todos locos de felicidad. Todavía hoy seguimos viendo vídeos y fotografías de ese día y las posteriores celebraciones y no nos cansamos. Incluso algunos hemos visto repetido el partido del Benito Villamarín varias veces y seguiremos viéndolo muchas más. Y es que fue todo tan bonito que no queremos que este sueño acabe nunca.

He ido, junto a mi familia, desde la Copa de Sevilla de 1999, a todas las finales y no recuerdo un ambiente como el vivido el pasado 25 de mayo en el Benito Villamarín. Esa felicidad, esa emoción, ese orgullo valencianista sigue muy vivo en nuestros corazones y en el de miles de niños y niñas que vivieron por primera vez cómo su equipo ganaba un título.

Y sin dejar de pensar en la Copa, toca planificar la nueva temporada y en ello andan ya los máximos responsables del club. Se habla de salidas y de entradas. Y aunque es la ley del fútbol y de la vida del futbolista, a una no le gusta ver cómo se van jugadores que lo han sido todo en este club. Soy una sentimental, pues sí. Sé que los jugadores pasan y vienen otros y que lo que importa es el escudo. Eso está muy bien, pero que algunos de los futbolistas que nos han dado tantas alegrías esta temporada se vayan, me da pena.

Yo tengo asumida esta teoría desde hace mucho me guste o no. Es a los más pequeños a los que habrá que explicarles el porqué Rodrigo o algún otro jugador puede irse. Pero os digo una cosa, papás y mamás, viendo sus caras y sus lágrimas en la final creo que desde ya van a asumir esta realidad y su sentimiento por este club se va a hacer más fuerte. Y en esto gran parte de culpa la tiene haber conseguido la Copa.

Ojalá a pesar de las salidas, si las hay, se mantenga este bloque que nos ha hecho tan felices. Soy de las que creen que para consolidar un proyecto hay que darle continuidad y confianza. Y esto es lo que quiero para mi equipo. Confianza la tienen toda, la nuestra, la de la afición, y ahora le toca al club dar la estabilidad necesaria para que el proyecto se consolide.

Llega la hora de renovar el pase y estoy convencida que vamos a ser muchos más que el año pasado. El título de Copa y la clasificación para la Champions van a hacer que la respuesta de la afición sea masiva, cosa por otra parte, que no debería extrañarnos porque, pese a quien pese, somos una gran afición. Así que, no despertemos de este sueño en el que estamos inmersos desde el 25 de mayo y sigamos soñando para que se repitan muchas más noches mágicas como la de Sevilla y la de Valencia.