This is not Mestalla

Sevilla espera de nuevo a un Valencia que parece tampoco será favorito esta vez. Ni lo fue en 2019 ante el Barça de Messi ni lo será ante el euroBetis de Pellegrini. Como no lo era ante los de Marcelino, para qué negarlo. Y ya saben cómo fue la cosa. Será una noche muy difícil pero ningún valencianista se ve perdedor el 23 de abril en La Cartuja. La 'bordaleta' ya ha demostrado que compite en los momentos decisivos y es fiable a un solo partido. la pelota dirá pero el club está a un partido de una temporada magnífica con título y clasificación para Europa. Quién lo iba a decir cuando todo saltó por el aire hace dos veranos con la venta masiva de estrellas y la llegada de... nadie. Quién lo iba a decir hace un año tras el despido de Gracia y otra vez Voro salvando al equipo de la quema del descenso. Quién lo iba a firmar con Meriton eternamente al mando.

Y hablando de Meriton, esta semana la noticia ha estado en la presentación por fin de avales y documentos para la reaunidación de las obras del 'Vell Nou Mestalla'. Por fin se avanza en el eje principal para cualquier crecimiento futuro de la entidad. No restaré valor a la buena noticia que supone avanzar en este asunto pero si conviene contextualizarlo bien para evitar euforias tan innecesarias como falsas. Meriton ha presentado un plan a conveniencia cuya mayor virtud es el dinero de CVC. Sin los millones del fondo de laliga todos sabemos que el millonario Peter Lim no iba terminar el estadio en la vida. Recuerdo esto porque presumir de estadio cuando no has hecho nada en ocho años -aparte de mentir reiteradamente al respecto- sería de tener la cara muy dura. No descarten fanfarrias singapurenses y altavoces enloquecidos. Me interesa especialmente saber cómo piensan avalar la diferencia entre lo que pone CVC y lo que faltaría para terminar el estadio. Son bastantes millones de diferencia. Y me preocupa la fisonomía del estadio. San Mamés o Cornellá son estadios en los que la prioridad fue el equipo de fútbol; gradas verticales y muy encima del césped para crear la atmósfera intimidatoria propia de los grandes escenarios. Propia, sin ir más lejos, de Mestalla. Y así no será el nuevo estadio de gradas abiertas. En cambio, lo más llamativo del Nuevo Mestalla es un anillo central destinado a comer, beber, gastar... pero no a animar. Es lo que más llama la atención del espectador en los bocetos. Es muy interesante tener un estadio funcional los 365 días del año y así es el futuro de cualquier nuevo recinto. Pero, los días de partido, el valencianista va al fútbol a ver a su equipo como absoluta prioridad.