El tiempo perdido es suyo y el plazo es de ellos

Si tiene un familiar que está un poco regular y usted tiene la cuenta bancaria regular, tendrá que esperar. Primero, a que le cojan el teléfono y luego a que el médico le pueda atender por teléfono y si hay suerte y, especialmente, si es una cuestión de vida o muerte logrará que le vayan dando hora. Somos la región con menor incidencia de contagios (hoy) pero también la que recibe peor financiación para atenderlos (ayer, hoy y mañana). A los contagiados y a los no contagiados. Si, pongamos, tiene un quiste renal como una pelotita, que le obliga a ir al baño como si tuviera algo malo (muy malo) en la próstata, pues toca esperar, porque estamos como estamos.

Si tiene un niño con una discapacidad importante va a tener que pelear mucho para lograr algún tipo de servicio educativo, lo que no quiere decir que eso resuelva otros problemas relacionados con las necesidades asistenciales del menor. Así que tendrá que esperar porque vamos un poco justos de fondos, y los fondos europeos no van a solucionar esas apreturas. Claro que, para apreturas, las de esos institutos, y son muchos, donde los alumnos se dividen en subgrupos y van a clase en días alternos. Así llevan desde el pasado septiembre y acabarán el curso así. No saben si el próximo septiembre seguirán igual, lo que ya supondría que los escolares que se incorporaron en 2019 a la ESO se plantarían en 2022 sin recibir un curso en condiciones. No hay recintos para repartir a la comunidad educativa sin riesgo a que se disparen los contagios.

Porque cuando el Botánico se encuentra que el Gobierno central no cambia la financiación, para el Consell es un obstáculo político de primer orden, pero para usted, ciudadano, si no tiene dinero para solucionar la contingencia por métodos privados, usted sí se va a encontrar con un verdadero problema. Porque los servicios públicos están colapsados, muy ajustados, sin margen. El Ejecutivo central, sin embargo, sí ha encontrado margen, el que le ha dado Compromís, hasta final de año, el que pidieron socialistas y podemistas, que han ganado un tiempo que usted perderá. Antes fueron los populares los que se dieron plazos indefinidos para el mismo asunto. Quizá usted lo considere un problema de «los políticos», pero no lo es. Es el suyo.

Cuando llame a un ambulatorio y no se lo cojan. Cuando requiera un servicio sanitario y le den plazo para dentro de unos meses. Cuando reclame una subvención por tener un familiar dependiente y vea que la tramitación se atasca. O en el colegio nadie arregla la ventana que se rompió hace meses. Minutos, días, meses... son suyos. Los plazos son de ellos, los que ellos se dan.