No vas cuando te toca y, además, te enfadas
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Siete consellers no irán al próximo pleno de Les Corts. Y ciertamente, no se acaba el mundo. Si acudieran, es posible que tampoco destaparían los ... frascos de las esencias políticas, pero es cierto que, al menos, harían lo que deben. Siete de los doce que son en el Consell, incluido el presidente de la Generalitat. Ximo Puig, en su día, clamaba escandalizado por considerar que el PP pasaba olímpicamente del parlamento valenciano, lugar que él aseguró que situaría en el centro de la política valenciana. Sería el trigémino del bien emanado por el Botánico. La realidad se impone. Hace poco, cuando Oltra afrontaba su comparecencia más complicada, en la bancada azul no había más que tres compañeros del Gobierno valenciano. Los tres de Compromís, fueron los únicos que aguantaron toda la comparecencia. Rosa Pérez Garijo, que defiende su acta de diputada con uñas y dientes a pesar de que la emplea para calentar un sillón azul en el hemiciclo apenas se pasó un rato por allí. La líder de EU no la suelta porque iría a parar a alguien de Podemos, a pesar de que sus siete compañeras de Unides Podem hacen malabares para llegar a todo, y más teniendo en cuenta la muy escasa competencia de algunas de esas diputadas, y del aún menor interés de otras por trabajar. El socialista Soler llegó al final, de milagro, cuando los consellers del PSPV se dieron cuenta que estaban todos de palmeros con el presidente y habían obviado Les Corts y a Oltra, que no les echó de menos. Se bastó solita, por sus buenas aptitudes parlamentarias y por las escasas de sus rivales.
El caso es que los consellers no van ni cuando deben ni cuando pueden. Procrastinan a conciencia. Unos tienen justificación, es el caso de Vicent Soler, que no irá porque le ponen la segunda dosis de la vacuna. Otros no la tienen pero se la inventan. Oltra les riñó el viernes. La vicepresidenta admitió que era una «desafortunada coincidencia» que «no debe volver a ocurrir». Dentro de la vicepresidenta hay una Rottenmeier paternera luchando por salir. A la que se descuida, reglota la fräulein. Y con razón. Pero con los egos desmesurados que conviven en el Consell, el reconocimiento de la desafortunada coincidencia sentó mal y alguna compañera y compañero pensó que podía haberles tapado. También señalaron al director general de Relaciones con Les Corts, Antonio Torres. El veterano socialista bastante tiene con intentar disculpar las ausencias como para, además, le pidan que sea él quien ponga orden en esa docena de consellers que hablan muy poco entre ellos, hacen de su capa un sayo y, en algún caso, tienen siempre a punto la mirada de 'ustednosabeconquiénestáhablando'.
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