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Nos toman por tontos

EL ESTADO DE LA COMUNITAT ·

No puedes tramitar la baja por Covid. El médico de cabecera no te atiende. Llamas sin respuesta al centro de salud. ¿Eso es atención sanitaria?

Arturo Checa

Valencia

Domingo, 9 de enero 2022, 00:31

Genialidad. Me tomo la licencia de titular esta columna de la misma manera que lo hizo con su intervención televisiva el compañero Manu Sánchez. ... Busquen si no lo han visto el magistral vídeo del presentador de Antena 3 en el que clama contra la clase política tras superar el Covid en medio de la desatención de la Sanidad madrileña y española. Y yo me sumo a su grito de denuncia: «Nos toman por tontos». Lo hacen en este caso los responsables sanitarios de la Comunitat. La consellera de Sanidad y todos sus mandos. Y lo afirmo desde la experiencia personal, la mía, que sumo a la vivida por Manu Sánchez.

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El abandono sanitario que padecemos los valencianos como consecuencia de la avalancha de casos de ómicron es digna de juzgado de guardia. Es imposible tramitar la baja laboral si uno cae en un departamento saturado. Más de 20 llamadas al día al centro de salud sólo se topan con el pitido de comunicando o la voz robótica que te dice que las líneas están ocupadas. Hasta tres visitas al ambulatorio únicamente sirven para ver a sanitarios que se desviven por atender a los pacientes, pero que no llegan. En el centro de salud te topas con ciudadanos desesperados que acuden a por una baja que les dijeron que ya tenían y que no está. Contemplas una cola en la calle que llega a la esquina y que haría sombra a las estampas de las cartillas de racionamiento.

Los responsables. La señora consellera y los responsables de la Sanidad valenciana se creen sin duda que somos tontos. Y mientras, una tablilla cuelga en una de las paredes del punto médico. Es obvio que colocada ahí por los propios empleados del centro de salud para que la ciudadanía vea su estado. No diré el nombre del ambulatorio porque ellos no son los culpables. El personal se bate el cobre tras ser dejado por los gestores de la conselleria a los pies de los caballos. Pero volviendo a la tablilla: en ella, cualquiera puede ver cómo la mitad de la veintena de personas empleadas en el punto sanitario están de vacaciones. Y hay tres sustituciones. Una plantilla mermada en plenas vacaciones y con el ómicron cabalgando fuerte. Nos toman por idiotas.

Abandonados. Mi experiencia personal estos días ha sido la de un familiar desasistido durante toda una semana. El pasado lunes dio positivo por un test de antígenos hecho en casa y aún hoy no ha recibido respuesta alguna del centro de salud ni del médico de cabecera. Menos mal que no está tirando sapos por la boca y tiene síntomas muy leves. Se ha tenido que quedar en casa tras advertir a su empresa. Su puesto está en la hostelería y le es imposible teletrabajar. ¿Cómo justifica ahora su ausencia? ¿Quién le tramita la baja si posiblemente cuando los médicos den señales ya habrá pasado el Covid?

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La situación de abandono sanitario es flagrante, por muchos golpes en el pecho henchido de orgullo que se den Barceló y Puig. Como la ocurrencia de colocar las farmacias como lugares en los que hacer el test de antígenos y darle así validez al positivo. Los farmacéuticos se mostraban atónitos en el reportaje que Francisco Ricós publicó ayer. ¿Y quién nos protege a nosotros de los contagios? ¿Y cómo evitamos que se infecten otros clientes? ¿Y cómo separamos los dos circuitos de atención en una farmacia pequeña? Los planes en los calidos despachitos de las conselleria salen muy bien. Papeles fáciles. Luego, en la calle hace frío y los ciudadanos quedan olvidados en las colas de los centros de salud.

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