Tragamos con todo

Sánchez es para el gobierno, lo que el piloto hinchable para el avión de 'Aterriza como puedas'. El mismo día que el presidente del Gobierno de España dice en la conferencia de turismo de La Palma que ya se ve luz al final del túnel, la OCDE publica en un informe que España sufrirá la mayor recesión del mundo después de Argentina. Los crecimientos serán la mitad de lo que asegura el gobierno de Sánchez y de la tasa de paro no hablemos para no romper aún más la Navidad. Todo en nuestras vidas es surrealista con escenas dantescas, pare y fíjese. Se habla de que hasta 2023 no empezaremos a recuperar el nivel económico de la precirisis, pero Sánchez ve luz al final del túnel. Dice haber inyectado miles de millones de ayudas pero la gente no cobra, dice que jamás pactaría con EH Bildu y pacta, dice que hay un comité de expertos que ayuda a gestionar el coronavirus pero no aparece, dice y tragamos. Me da la sensación de que aún no somos conscientes de la que se nos viene en 2021 por mucha cortina de humo que nos pongan con las vacunas, esa es otra. La Unión Europea no ha aprobado aún el permiso para la distribución de las vacunas y el Gobierno ya nos está mareando con los plazos de la vacunación.

La misma sensación tengo cuando pienso en que aparentan un positivismo desmedido ante las cámaras mientras nos meten toda su mercancía por la puerta de atrás. Léase la modificación de la ley de educación o los pactos acordados con los partidos que buscan la ruptura de la unidad de España y la caída de las Instituciones. Nada puede salir gratis y lo vamos a pagar en un futuro no muy lejano.

La campaña de Navidad viene marcada por la indefinición del gobierno, una vez más, a la hora de aclarar cuál va a ser el número máximo en las celebraciones, si podremos desplazarnos entre comunidades o si nos encierran a todos en casa. Nos lo dirán una semana antes y tragaremos como hasta ahora hemos hecho. Necesitamos esta Navidad para reforzarnos como personas y como sociedad, pero el inicio de 2021 puede ser el inicio del fin de nuestra paciencia.

Lejos de lo poco que pueda plantar cara la oposición, cabe confiar en la fiscalización que haga Europa, tal y como lo hizo el Parlamento Europeo con su toque de atención ante la posibilidad de que el gobierno de Sánchez controlara a los medios con su 'Ministerio de la verdad' o con el indecente asalto al Consejo General del Poder Judicial Se cumple el dicho de que «quien paga, manda» y por suerte para nosotros, Europa tendrá mucho que mandar sobre los destinos de España en los años venideros.