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Triunfitos en el PP y el pop inglés en el PSPV

PALABRAS SOBRANTES ·

Burguera .

Valencia

Lunes, 6 de julio 2020, 07:49

Esta semana se ha sabido que Rafa Rubio es el nuevo subdelegado del Gobierno en la Comunitat. No estamos hablando de cualquier cosa ni de cualquier político. Rubio estaba ya cortando bacalao en el Ayuntamiento de Valencia cuando yo era un pipiolo e iba por allí a cubrir mis primeras ruedas de prensa municipales. Hace de eso más de 20 años. Se merendó a Ana Noguera, que iba para figura carismática. Y ese señor de brillantes ojos azules pero menos lucidor que Noguera, pues le ganó la partida por el poderío en el Consistorio. Corrieron los años. Me lo volví a encontrar en Les Corts. Se lo pasaba literalmente pipa cuando salía a decirle a Pepe Císcar que si era o no era el topo del Palau. Esos ojos azules seguían brillando como el acero del cuchillo. Era 2014. Parecía que con el fin de aquella legislatura se acababa también el periplo político de Rubio. Pues no. Vuelve. Es lo que tiene el PSPV. Ahí está Manolo Mata, que le pregunten también. Muerto y resucitado varias veces. Y no para cualquier cosa. Es el síndic del partido que sostiene al presidente con más añitos a la espalda como portavoz. Era una especie de verso suelto y ahora rima con todos. No son de los que nunca mueren, que sí, palman. Palman frente a sus rivales internos. Pero resucitan o son rescatados. Algo así como con Ciprià, que parece que no, pero luego es que sí. En plan pop inglés, cuyos mitos siempre andan por ahí pululando. A ver quién le tose a esa gente. Aparece Keith Richards y todos a callar.

En el PP, en cambio, se manejan de otro modo con sus figuras. Una vez se van, hasta luego, Lucas. Y si quieren volver, pues lo tienen crudo. En plan Operación Triunfo, que mientras estás en la Academía, todos a muerte, juntos y tal, pero cuando sales nominado, pues ya es ese señor del que usted me habla. Entre los que entierran, olvidan o directamente se van, pues hay un elenco importante. Recordemos que en el PSOE sus presidentes del Gobierno, oiga, que no me los toquen. En el PP ya no es tanto así. Rajoy enviaba a Aznar a Tomelloso a dar mítines al poco de nombrarle sucesor y decir adiós el primer presidente del Gobierno de los populares. La relación entre Zaplana y Camps fue de aquella manera, y ahora Camps... ¿quién? ¿y Fabra, cuál, Alberto o Carlos? Jefe nuevo, vida nueva. La rueda que no para de girar. Margallo, poco conforme se quedó con su adiós, y para qué hablar de lo que ocurrió con Barberá. Pasa a veces que algunos se reciclan, se van a Vox o a Ciudadanos, pero su época de triunfo popular queda atrás. Rubio podría contar a cuántos populares oscultó con sus punzantes ojos azules, todos ellos se fueron, y a alguno más parece que le va a pegar una miradita.

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