Así ha quedado el bingo de Valencia arrasado por el incendio

Uno de mis mejores compañeros de profesión al que cariñosamente llamo «líder» o «gudari», me aconsejó sabiamente hace tiempo que los artículos de opinión debieran generar controversia, debate y como mínimo un toque de atención al protagonista de la cuestión. En definitiva, que no hemos ... venido hasta aquí a escribir la típica 'columna-masaje' para el goce personal del político habitual. Este punto de vista exige responsabilidad y valentía para dar voz a miles de personas que no tienen el privilegio de poder publicar en un medio como éste, las injusticias o irresponsabilidades que cometen quienes nos gobiernan y por lo tanto, nos afectan.

Publicidad

En estos últimos coletazos de 2021, juro por Dios que me hago el firme propósito de rematar el año con buen sabor de boca haciendo caso omiso a mi 'gudari', pero ni por esas, imposible. Vamos de camino a cumplir dos años de pandemia y echando la vista atrás creo que hemos fracasado como sociedad. A nivel individual hemos olvidado aquel buen rollo solidario que nació a raíz del confinamiento forzoso. Nos han agotado a base de incertidumbre y han colmado nuestra paciencia habiendo cumplido todas las medidas de restricción que nos han impuesto.

Quería acabar recordando que este año las vacunas nos han posibilitado mejorar nuestra calidad de vida, pero el plano político deja mucho que desear. Los políticos de hoy desempeñan su trabajo sin el compromiso de buscar el bien común independientemente del propio interés. Por encima de todo buscan mantener su silla y quedar bien: lo que viene a ser la política-masaje a base de mucha vaselina y nada de efectividad.

No podemos estar otro año más anulando actividades cotidianas bajo el falso pretexto de combatir el virus

No podemos estar otro año más anulando actividades cotidianas de la vida bajo el falso y cobarde pretexto de combatir el coronavirus. ¿Por qué ciudades como Madrid no cesan su actividad y otras imponen una y otra vez medidas absurdas e ineficaces? Ayer podías consumir en la barra del bar, hoy no y así cíclicamente. ¿Algún día se pedirán responsabilidades a alcaldes y presidentes que por su incompetencia llevaron a la ruina económica y mental a millones de familias?

Publicidad

Además de la vacuna, a la sociedad se le ha inoculado el miedo en vena que mata más que el bicho. Así que ¿cómo voy a acabar el año contradiciendo los consejos del 'líder' si necesitamos más políticos valientes y menos vende-humos? No perdamos la fe y confiemos que al final las aguas volverán al cauce. Con positividad, publicada queda la última columna del año con la esperanza de volver el próximo a tope, repartiendo ganas, denuncia y diversión.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad