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Agricultores afectados por expropiaciones para grandes parques fotovoltaicos se preguntan por qué debe prevalecer el interés de otros sobre su derecho de propiedad y de ... explotación de parcelas que son su medio de vida. Cuesta de entender que se prive a unos de lo suyo para facilitárselo a otros, y con todas las bendiciones oficiales. Aunque medien indemnizaciones. Nunca se paga todo lo que es. Mucho menos si se trata de explotaciones agrarias trabajadas directamente, hechas con esfuerzos y ahorros de años. ¿Cómo se compensa lo intangible? A la hora de expropiar se siguen pautas concretas, hay normas, se hacen cálculos, rigen precios tasados de base, pero la línea justa debiera consistir en que lo que se le da a uno por lo suyo le pueda servir para adquirir otra cosa igual. Y lo cierto es que nunca será igual. Igual puede ser un coche que sustituya a otro, o una silla a otra silla. Un campo no puede ser nunca igual a otro. Como mínimo estará más lejos. Otra tierra, agua incierta, otras causas, otros vecinos, todo distinto. Y obligado, sin quererlo.
La clave está en la declaración de utilidad pública. Arma definitiva. A usted le quitamos esto porque es de utilidad pública. El poder tiene sus recursos. La utilidad pública, en este caso, es la instalación de paneles fotovoltaicos a lo grande. Hay que promover la generación eléctrica renovable y, mientras se regatea en unos sitios si se pone o no, cuando a lo mejor los dueños están por la labor, en otros se impone lo que no es del gusto local. Prevalece la utilidad pública. Lo que se digiere peor es que sea de utilidad pública eliminar producción de alimentos, que debiera ser algo prioritario, para facilitarles terrenos propicios a empresas particulares que plantan paneles. Si fuera para una carretera, una escuela, un hospital...., cayendo mal la cosa, todo el mundo asume la fatalidad; en cambio, lo de la fotovoltaica será por el bien general, pero el negocio es de empresas particulares y gente concreta, con apoyo oficial para facilitarlo.
Algo de esto habrá chirriado en algún despacho cuando la Generalitat ha decidido que en Godelleta y en algún otro municipio no impere por delante eso de la utilidad pública y que los inversores fotovoltaicos se entiendan directamente con los dueños de tierras, que les venderán o no según les interese.
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