Hace unos meses me embarqué en una aventura apasionante. Y lo era sólo por el hecho de su fin, buscar una solución a la situación del Valencia CF, mi club, mi pasión y gran parte de mi vida. Y otro de los motivos por los que decidí implicarme en este viaje es que estaba encabezado por alguien que me merece todos los respetos y al que tengo en alta estima, Juan Martín Queralt. Su indiscutible valencianismo y su ilusión y firme creencia en encontrar una solución me animó todavía más. En esta aventura nos embarcamos muchos valencianistas, de diferentes ideas y condición, como debe ser, que compartíamos un mismo objetivo. La ilusión nos movió a todos a intentar llegar juntos al final.
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Durante el trayecto algunos han decidido emprender el camino por su cuenta. Desde el principio éramos conscientes de lo complicado de esta relación pero intentamos siempre superar los obstáculos que se nos ponían por el camino. Aquí no hay ni tránsfugas, ni mociones de censura, ni desaparece nadie. 'De Torino a Mestalla', que en breve se constituirá como asociación, sigue firme hacia la democratización del club. Con menos marineros en el barco, pero el mismo capitán. Se conseguirá el objetivo o no, pero nadie podrá decir que no se intentó hasta el final. Yo podría perfectamente 'ver los toros desde la barrera' y esperar y desear que la situación se solucione sin comprometerme, pero he elegido el compromiso con lo que ello conlleva, sufrimiento, dedicación y miedo, porque en mi condición de valencianista no puede ver como mi club se muere.
A los que ya no están pero han estado y con los que hemos compartido muchas de trabajo y esfuerzo desde aquí les deseo mucha suerte porque la de ellos será la del valencianismo. Seguimos por caminos separados pero queremos lo mismo. Por eso es más lo que nos une que lo que nos separa. Lejos de dividir y crear discordia seguimos trabajando, en silencio, sin pausa, con las ideas claras y dispuestos a dejarnos la piel por el Valencia CF. El trabajo en la sombra es arduo y complicado, pero dará resultados.
Sé que algunos piensan que de poco sirve este intento, a esos les digo que ni yo ni los que estamos en este empeño estaríamos si no viésemos alguna posibilidad de éxito. A ellos también les digo que aquí no hay personalismos, que lo estamos dando todo a cambio de sólo una cosa, ver como el Valencia vuelve a los valencianistas. 'De Torino a Mestalla' no es un proyecto fallido, continúa, habiendo cometido fallos, sí, pero sabiendo que se pueden corregir. Espero que, aunque sigamos por caminos distintos, nos encontremos al final del mismo. Será la mejor noticia y todo esto habrá valido la pena. Amunt!
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