El Valencia no es Meriton

Fulminan a Anil y nombran a un director general que lo primero que hace cuando llega a Valencia es ir a decirle a Miguel Ángel Corona que vaya y le diga a Bordalás que está despedido, vamos, calcadito a lo que hicieron con Mateu y Marcelino. Utilizan mensajeros para comunicar algo que harían ellos si tuviesen valor y, sobre todo, educación. Así tratan al personal, a la gente que se deja la piel por el club, a sus empleados, a su míster. Y los aficionados no podemos sentir más que vergüenza de quien es, para desgracia de muchos, el máximo accionista del club. Nunca diré dueño, ni propietario, ni amo, porque el Valencia Club de Fútbol no es de él, el Valencia es nuestro.

Seguimos siendo noticia en toda España por la manera en que se ha despedido al entrenador. Y para buscar un efecto que tape sus malas praxis anuncian el fichaje de Gattuso. Qué equivocados están si piensan que con este anuncio nos van a callar. El problema sigue estando y el problema no se ha ido, el problema es Meriton. Tenemos todo el verano por delante de idas y venidas, pero que no olviden que el anuncio de nuevos fichajes no mitigará el dolor y la decepción por la marcha de Gayá, Carlos Soler o Guedes.

No voy a hablar de Gattuso porque sólo le conozco de cuando jugaba en la Selección italiana y en el Milán y todavía no se ha hecho oficial su contratación. Pero vistos los antecedentes en cuestión de entrenadores que nos trae Meriton no puedo ser demasiado optimista. Y hablando de Bordalás, me esperaba mucho más en su despedida del Valencia. Tan sólo palabras de agradecimiento al club y ningún reproche a Meriton.

Su compromiso con este club y con esta afición merecían como mínimo estar de lado de esta. Su silencio, quien sabe si pactado, no hace ningún bien al Valencia, al que por otra parte le desea lo mejor. Su silencio le hace cómplice de quienes se están cargando el club. Eso sí, sus bolsillos se irán más llenos por callar lo que piensa. El dinero no lo es todo, pero eso sólo lo pensamos algunos románticos del fútbol.

A pesar de ello nos rebelamos por las formas en que lo han echado. No tenemos por qué pedirle perdón, pero lo hacemos porque nos duele ver cómo se hacen las cosas y no podemos callarnos. Los que dicen hablar en nuestro nombre lo hacen de una forma déspota y sin sentimientos. Y no, nosotros no somos así. Este club no puede ser la vergüenza nacional porque a unos pocos les de igual nuestros cien años de historia y nuestro reconocido prestigio en el mundo, ganado a toda honra y respetando siempre al rival y a quienes han defendido nuestro escudo.

Pediremos perdón las veces que haga falta. Y no lo haremos en su nombre, lo haremos en el nuestro y en el del club de nuestras vidas, el Valencia Club de Fútbol. Los que se van saben, y eso queda en nuestros corazones y en los suyos, que el Valencia es mucho más que esa mente fría y calculadora que tienen sus actuales inquilinos. No olvidemos nunca que el Valencia no es Meriton, que sus palabras no son las nuestras ni sus acciones tampoco. El Valencia somos nosotros, ellos están de paso y pronto volverá a ser de quien siempre ha sido.