Urgente El Cuponazo de la ONCE del viernes deja un bote de 6.000.000 euros a un único afortunado

Tan cercano todo a un patio de colegio, mejor que venga Gloria Fuertes a poner orden. «Un globo, dos globos, tres globos, la luna es un globo que se me escapó». Pues ya tardamos en añadirle el del fin de la infrafinanciación, con su cordelito ... y todo, helio y mentiras, errante una legislatura más entre cúmulos y cirros, inflado por políticos de uno y otro signo, de esta o aquella época, que calientan o enfrían el potito según les conviene. «Un globo, dos globos, tres globos, la tierra es el globo donde vivo yo». Y con los pies sobre ella habrá que interpelar al Gobierno por las obras del corredor mediterráneo y su avance al compás del 'chacachá' del tren, que cantaría el Consorcio; por el bypass o la V-30, los ferrocarriles de Cercanías y de la costa, la situación indigna a la que se ha llegado en el complejo policial de Zapadores, la asfixia económica a Alicante o el desprecio hacia los museos valencianos. No hay victimismo cuando eres víctima. «Los globos se duermen, se duerme la luna, se duerme la rana, y yo hasta mañana». 'Mañana', ya apareció; ese perezoso impostor disfrazado de adverbio de tiempo y desenmascarado por Larra, la cortina de humo que da cuartelillo a las promesas en que un día quisimos creer. Allí están bien, acunadas por los ripios de la poetisa de los niños. Quizá mientras cuentan ovejas vean desfilar el viejo artificio llamado poder valenciano, reducido treinta años después a un vago recuerdo de lo que pudo ser y no fue, el 'uy' tras un córner, delirio infantil. En el juego de contrapesos políticos, y más en tiempos de mayorías minoritarias, me pregunto por el principal cometido de un partido regional, o de la franquicia local de una formación nacional. Parece que más allá de Ademuz lo tienen claro: trapichear y hacerse valer, rascar prebendas, cobrar favores. Los vecinos de arriba, ay los de arriba. Si fueron capaces de arrancar privilegios fiscales al patrón de los 'descamisaos' y hasta de hacer hablar catalán en la cama al impertérrito Aznar, ¿qué no podían sonsacarle a Sánchez? Lluvia de millones, vuelta y vuelta al Código Penal y si la legislatura dura un poco más acaban encerrándolo a él en la cárcel. Lo de los vascos, pesca de arrastre: infraestructuras, transferencia de competencias, selecciones autonómicas y acercamiento de presos. A los castellanomanchegos les ha bastado un apretón de García-Page para cerrar el grifo del Tajo. Y mientras tanto aquí Compromís, socio leal, y PSPV, fiel pariente, apenas endulzan el amargor de la marginación, toda vez que la revuelta de Puig ante el trasvase queda desvirtuada por el contexto electoral, que Sánchez es tizón y no estamos para incendios. Entre los grandes éxitos de mi niñez en un colegio de curas destacaba la parábola del hijo pródigo, la historia del bandarra que se piró con su herencia y tras ahogarla en cogorzas regresó a casa, el rabo entre las piernas, en busca del perdón familiar. Cuando su abnegado hermano protestó por el cálido recibimiento al golfo, aquel padre que hoy no superaría un careo con el juez Calatayud argumentó: «Estaba perdido y ha sido hallado». Igual va a ser eso, que la docilidad no tiene premio y nuestras siglas en Madrid deben dar más portazos, abandonar el pesebre, o alguien vendrá a pincharles los globos. Porque lo visto hasta hoy sabemos lo que es. Gloria Fuertes lo tendría claro. Un cuento, dos cuentos, tres cuentos.

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