El vendedor de estadios

¿La Liga o la Copa? Esa es la gran pregunta de la semana tras la victoria lograda por el Valencia frente al Elche en ... el Martínez Valero. Cinco puntos con respecto al Villarreal es partido y medio a falta de nueve jornadas de Liga, con duelo directo por jugar en la Cerámica y gol average favorable de momento al conjunto blanquinegro tras la victoria en Mestalla. El calendario favorece al Valencia y la Champions distrae a los amarillos. Esta serie de argumentos son más que suficientes para no dejar pasar la oportunidad en las semanas que quedan hasta la final de Copa de pelear por Europa en LaLiga. Si el Valencia gana en la Cartuja, al Betis le dará igual el resto del campeonato; título en el bolsillo y plaza europea asegurada. Pero ¿Y si desgraciadamente el Betis gana la final y el equipo acaba duodécimo en liga? ¿Ustedes se imaginan el panorama el 24 de abril por la mañana si al Valencia se le ha terminado la temporada? No me lo quiero imaginar; esto iba a explotar. Que si las ventas masivas, que si el entrenador, que si otro año a la basura... No les tengo que contar nada. El club está hoy en una tregua con todo su entorno a la espera de la final. Si no se gana, todo saldrá a flote como una explosión nuclear. Salvo que el equipo esté vivo en la Liga, claro. Es por ello que el equipo de Mestalla debe tener dos balas para este tramo final de competición. Si se acierta el primer disparo, perfecto. Pero si se falla debe haber un objetivo por el que pelear. El equipo debe salir con todo a por los nueve próximos puntos. Además, no hay mejor forma de preparar la final que ganando cada domingo. El otro tema de la semana blanquinegra pertenece a las declaraciones de Marc Fenwick sobre el futuro del Nuevo Mestalla. Discutir de arquitectura con un arquitecto me parecería una soberana estupidez, así que voy a hablar solo del interés partidario de su mensaje. Porque Fenwick es, en este caso, tan profesional destacado en lo suyo como empleado del Valencia en las declaraciones de ayer. El club le pide una entrevista que pare el golpe de las informaciones que se están conociendo del aforo, cubierta y fachada que no cumplen con nada de lo previsto. Y el hombre echa una mano, claro. Lo hace porque es su obligación y porque se lo pide su cliente. Y, como su cliente es el Valencia y su obra el Nou Mestalla, comprenderán ustedes que haga la pelota a la infraestructura como si no hubiera mañana. ¿Qué iba a hacer si no? ¿Cuestionarla? ¿Criticarla? ¿Explicar cómo ha ido recortando gastos en el proyecto a costa de la obra final? Pues no, habla desde el conocimiento pero no es objetivo porque lo hace desde el interés y no desde la neutralidad profesional. Eso, sin necesidad de que les explique yo nada, resta credibilidad a cualquier exposición. Fenwick no les va a hablar del dinero que no se pone para terminar la obra, de quién costeará y cómo la parte de la obra que no se finaliza, de las plazas de parking y zona comercial que van por el aire... Fenwick les dirá con cara de convencido que estamos ante un proyecto maravilloso, tecnológicamente avanzado, inigualable y hasta Mediterráneo. Un político de manual; voy a decir lo que me interesa decir sin rubor alguno. Y digo esto porque, si echan un vistazo a la hemeroteca, Fenwick ya ha sido capaz de hacer esto en otras ocasiones con el nuevo estadio. Concretamente, en todas y cada una de las ocasiones que se han presentado; a cada nuevo recorte respecto al proyecto anterior, él actualiza su versión. Y hasta la próxima, amigos. A Fenwick hay que escucharle desde el conocimiento, pero nunca desde la fe. Porque Anil Murthy, que es uno de sus clientes, es lo contrario a un ángel en el Valencia.