Ya es verano

Vaya título de mierda para una columna, ese nombre es obvio, se dirán ustedes con toda la razón. En mi descargo les diré que el título no es mío, ni siquiera del corrector en su afán por ahorrar palabras. 'Ya es verano' es el nombre que ha elegido Telecinco para llenar las tardes de los fines de semana. En el programa está Frank Blanco, que después de presentar durante años 'Zapeando', recaló en una televisión local catalana, hasta que ahora se ha incorporado al universo de Mediaset. También están Marta González Novo, que viene de la radio, y Verónica Dulanto. «¿De qué va ese programa?», se preguntarán mientras intentan que el aire del ventilador se dirija hacia su cara. ¿Acaso es un programa de humor? ¿Algún vídeo divertido? Nada de nada. Estamos en Telecinco, que tiene su propio universo, distópico, alejado de la realidad informativa y los presentadores deben mutar para encajar en la línea de identidad de la cadena.

«Toda España está pendiente de las relaciones entre Anabel y Omar», decían el pasado domingo (les omito los apellidos de estos personajillos, hijos de famosos). «¿Anabel sigue enamorada de Omar, con quién pasó la noche, o no?», seguían preguntándose en 'Ya es verano'. Mientras, ustedes, por eso del ahorro de energía, se han pasado del ventilador al pai pai, aunque el sofoco y vergüenza ajena de estos contenidos no se los quita nadie. ¿Hay diferencia entre 'Ya es verano' y 'Sálvame naranja', 'Sálvame limón', 'Sálvame sandía' o como quieran llamar a estas historias de cotillas elevadas al máximo interés nacional? «¡La pera limonera!», se dirán ustedes intentando meter la cabeza dentro del congelador de su nevera mientras, de fondo, su televisor prosigue con Anabel y Omar como soniquete. Ya saben, la máxima actualidad del verano en el universo distópico.