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De la vergüenza a la admiración

MANGAS VERDES ·

Domingo, 2 de mayo 2021, 08:11

La gente se queja de que en los informativos sólo hay noticias negativas. Sucesos, denuncias, asesinatos o desfalcos. En esta columna suele ocurrir lo mismo. Las malas formas del presidente del Valencia han copado muchos textos. Y me faltaba un detalle que no quería dejar escapar. Todavía resuena en mi mente la declaración escrita tras la última reunión con Ximo Puig -lo de hacer una rueda de prensa para informar a su gente, que a veces se le olvida que este club existe por la afición, ya igual lo vemos en nuestros sueños-. El presidente de la Generalitat advirtió de la falta de credibilidad de Meriton al presentarse a la cita sin papeles y el dirigente futbolístico no tuvo mejor idea que afear al Consell la gestión de la pandemia. Esta declaración define el personaje. Usar una crisis sanitaria con tantas desgracias para justificar su labor al frente del club es vergonzosa. Y el tiempo, además, le ha vuelto a dejar desnudo. Justamente la Comunitat ha sido la que mejores cifras presenta. Tendría que dar igual, pero la realidad le ha atropellado de nuevo. No es la primera arrogancia pública -nadie se olvida del gesto de hacer callar a la afición-, pero hay barreras que no hay que derribar. Y, además, con publicidad de sus actos benéficos. Justamente las causas benéficas si de algo no precisan es de promoción. Se hacen y punto. Pero al igual que en los noticiarios, a veces se cuela una bella historia. Así ocurre en este 'Mangas verdes', ansioso de que lleguen las 12.30 horas de hoy para teñirse de naranja. Del color del Valencia Basket. Del equipo femenino. Del grupo de guerreras que están a punto de acabar con el 'establishment' copado por el Perfumerías Avenida. Hay quien todavía se resiste a admitirlo, pero todo lo que ronda la mente de Juan Roig triunfa. El masculino ha llegado a conquistar la Liga Endesa contra equipos del poder económico e histórico como el Real Madrid, Barcelona o Baskonia. Ahora es el femenino el que tiene la oportunidad de heredar aquel hueco que abrió el Ros Casares. Al final la buena gestión se impone. Gente profesional. Esteban Albert en el diseño de la plantilla y Rubén Burgos a pie de pista. Un exjugador que ha crecido en los banquillos al lado de Robert Íñiguez, justamente el técnico del rival salmantino, y del recordado Miki Vukovic, al que muchos dedicarán la victoria si finalmente se obtiene. Otros clubes deberían aprender. Copiar lo bueno no es ningún demérito, al revés, es un signo de inteligencia. Qué bien le vendría al Valencia CF un modelo profesional como el del Valencia Basket, pero la altanería de Meriton le impide reconocerlo. Hoy puede ser un gran día, que diría Joan Manel Serrat. Un día naranja. Que así sea.

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