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Así ha quedado el bingo de Valencia arrasado por el incendio

De virólogos a vulcanólogos

A TOPE ·

Jueves, 23 de septiembre 2021, 01:03

Ha tenido que suceder una más gorda para tapar el machaque diario del coronavirus, me refiero a la erupción del volcán en La Palma. Estarán conmigo que los medios de comunicación somos un rato cansinos cuando decidimos menear el árbol sin parar, hasta hacer caer la última pera. Dale que dale, desde todos los puntos de vista y en ciertos medios con un nutrido plantel de inexpertos cantamañanas que buscan su hueco de gloria (y su plato de habichuelas).

Esta época coincide también con otro fenómeno que vende mucho: las lluvias, hoy bautizadas como DANA, vamos, lo que ha venido a ser toda la vida, la gota fría. Ahora no hay incendios, ahora son incendios de sexta generación. ¿Hemos vivido cinco generaciones de incendios y no me he enterado que vamos por la 6.0? Las DANA (depresiones aisladas en niveles altos) parece que también son de nueva generación. Discúlpenme pero desde pequeño recuerdo ver cómo el agua se llevaba los coches calle abajo con las lluvias torrenciales de septiembre. La diferencia es que en aquellos años no había teléfonos móviles para grabar como hoy, y para sacar una foto tenías que disponer y tener lista una cámara con tu carrete de 12 ó 24 fotos. Es decir, no había testimonios como ahora y ya saben que lo que no se cuenta, no sucede.

Pero volvamos al recuerdo de los inicios del coronavirus. Los pseudo-vulcanólogos de hoy, son los pseudo-virólogos de ayer. Cuando se nos presentó la pandemia surgieron como setas salvajes, si bien es cierto que las había comestibles, no es menos cierto que muchas provocaban indisposición intestinal. Es en la televisión donde más se da este fenómeno de 'opinólogos' sobre política, amoríos y ahora de volcanes, todo al mismo tiempo. Lo llaman periodistas 360, profesionales del todo y expertos en nada.

Es en la tele donde más se da el fenómeno de 'opinólogos' sobre política, amoríos y ahora de volcanes

La cosa viene de que la actualidad ha pasado al coronavirus a un segundo plano, tema que se agradece a costa del drama de la isla de La Palma, con la esperanza de que ayude a normalizar un poco más nuestras vidas. Tendremos que esperar a ver la duración del volcán y aguantar las garruladas que suelta más de uno en relación a la evolución del fenómeno natural. He llegado a escuchar que podían haber previsto este desastre tapando los cráteres del volcán, que se va a desatar un tsunami apocalíptico, que nos llegarán todas las cenizas y gases tóxicos o en la propia voz de la ministra de Turismo: «qué bonito espectáculo para ir a visitar la isla», en fin, para hacer un libro de expertos 'de nivel' sobre el volcán que destronó al coronavirus.

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