Ximo Puig ante su vía crucis

Muy negro debe ver el panorama electoral Ximo Puig como para haber permitido la 'Plataforma de apoyo a su persona' montada por un 'grupo de independientes' ¡toma ya! para que se mantenga un tercer mandato al frente del Consell. Me atrevo a decir que lo debe ver con bastantes más nervios que los que Pablo Salazar reflejaba en su columna 'Belvedere' del jueves.

Si la iniciativa ha partido de él o de su equipo presidencial, me suena a ocurrencia más que a una idea brillante y, lo que es peor, la expresión de un síndrome de derrota. ¿Está previendo su vía crucis.

La experiencia indica que estos comunicados carecen de eficacia. Cuando se trata de apoyar a un político, la imagen de «los abajo firmantes», como suele comenzar su complicidad, carecen de lo que ellos mismos pretenden trasladar, 'independientes'. Suelen formar, al menos la mayoría, un conglomerado bajo el paraguas «de bien nacidos es ser agradecidos». En cualquier caso, son dignos de aplauso, no como quienes se abrazan al sol que más calienta. Ya se sabe aquello de «lo que hoy es un favor, mañana será una llave». Lo leí o lo escuché, no recuerdo dónde.

Desconocemos quiénes son -uno de los nombres que está invitando a adherirse al objetivo cuadra perfectamente con lo antedicho- que según lo publicado, intentan «ampliar la base social en torno al líder del PSPV para que se mantenga durante un tercer mandato al frente del Consell. Se trata de reivindicar la figura de Puig como representante de la centralidad política tras sus ocho años en el Palau e intentar que mejore incluso los resultados de 2019». La misión es encomiable, sobre todo porque lo llevan trabajando desde diciembre y, al parecer, la plataforma aparecerá públicamente en marzo. Imagino que, después de tanto tiempo, la puesta de largo será espectacular.

Es de imaginar que no habrán copiado los actos de Pedro Sánchez con personas íntimamente ligadas a él en el partido. En ese sentido, Ximo cuenta con más ventaja que su jefe al no tener tanto rechazo y en tantos colectivos. Ahora bien, estos gestos son costumbres antiquísimas, aunque esta vez toda la platea estará ocupada por la claque según la segunda definición de la RAE, «grupo de personas que aplauden, defienden o alaban las acciones de otra buscando algún provecho». Por eso suena a falso.

Ante tamaña iniciativa, toda Valencia, incluidas las tres provincias, está expectante por ver si emerge otro grupo dispuesto a propiciar una yincana con Carlos Mazón (PP) como figura estelar. Menos mal que los inductores se han limitado a propagar un escrito. Así es la vida.