La oposición para ser inspector exigirá más experiencia en las aulas y dará más peso a la formación académica

La Dirección General de Personal ha presentado este martes a los sindicatos de la mesa sectorial una modificación de la convocatoria que cambia algunos artículos de la orden que dio el pistoletazo de salida a la oposición, oficial desde principios de febrero. También se ampliará el plazo de presentación de solicitudes: 15 días hábiles a partir de la publicación definitiva en el Diari Oficial de la Generalitat.

En cuanto a los requisitos, los opositores deben acreditar una antigüedad de diez años como funcionario de carrera docente, de los que al menos ocho deben ser de experiencia directa en las aulas. En la convocatoria de hace cuatro años, impulsada por el Botánico, se exigían seis. El incremento viene obligado por la Lomloe (Ley Celaá), que no estaba en vigor entonces, con la idea de facilitar la selección de personas con un mayor contacto con la docencia, teniendo en cuenta que un funcionario con plaza definitiva también puede desempeñar cargos distintos, como de responsable de área o de asesoría en diferentes órganos de las administraciones.

Los méritos permiten sumar un máximo de diez puntos a través de cuatro ámbitos. Hasta tres por la trayectoria profesional, que se estructura en subapartados como los años de experiencia, de servicios en la administración o por tener la condición de catedrático; otros tres por los servicios prestados como inspector accidental, con carácter temporal; los mismos por haber ejercido cargos directivos y de coordinación didáctica: director, vicedirector, jefe de estudios, de departamento, en la secretaría o como coordinador de ciclo; y hasta dos por la preparación científica y didáctica junto a otros méritos alegados. En este ámbito hay tres subapartados: la formación académica, la preparación específica para ejercer la función inspectora a través de cursos y el conocimiento de idiomas.

Uno de los cambios tiene que ver con el tercer bloque: ya no se podrá sumar puntos por haber sido director de un Servicio Psicopedagógico Escolar (SPE), los antiguos órganos comarcales para coordinar la atención a la diversidad, que desaparecieron cuando el Botánico cambió el modelo de orientación. Ni tampoco por haber ocupado el mismo cargo en los Cefires, que son los centros que gestionan la oferta de formación permanente para los docentes. La explicación, en este segundo caso, está en que se trata de nombramientos de libre disposición por parte de la administración, y por tanto, no se desprenden de un proceso selectivo de libre concurrencia. Dicho de otro modo, se trataba de méritos que la inmensa mayoría de los aspirantes no tuvieron la opción de adquirir.

La modificación de mayor calado tiene que ver con el cuarto ámbito, pues el subgrupo de formación académica (carreras adicionales, másteres, doctorados y cursos de formación permanente sobre aspectos científicos, didácticos y organizativos de la docencia) permite obtener hasta 1,2 puntos en lugar de los 0,7 de la convocatoria anterior. Dicho de otra manera, se da mucho más peso al currículum formativo que acredita del aspirante, que puede conseguir la mayor parte de los puntos de este apartado (dos).

Con este cambio se corrige además un error que pasó desapercibido en la convocatoria de 2020, pues tal y como se publicó no era posible alcanzar todos los puntos, teniendo en cuenta que los 0,7 citados, sumados a los 0,5 que se obtenían por formación sobre la función inspectora y los 0,3 del conocimiento de idiomas daban como mucho 1,5.

En la nueva oposición también se modifica este último subapartado. Ya no se puede acreditar un título B2 de lengua extranjera, pues la normativa marco habla de valorar los niveles superiores del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, que son el C1 y el C2. Eso sí, estos tendrán más peso al pasar a sumar 0,2 y 0,3 puntos respectivamente en lugar de los 0,15 y 0,2 de la convocatoria de 2020, mientras que no hay cambios en lo que se refiere a estos títulos de valenciano.

Sin embargo, sí se reduce el peso de los certificados de capacitación (0,1 puntos y no 0,25) porque han dejado de impartirse, y por tanto, las nuevas generaciones de docentes no han tenido la oportunidad de conseguirlos.

El proceso selectivo incluirá 21 plazas (dos reservadas para personas con discapacidad), y la parte de oposición constará de tres pruebas (examen teórico escrito, análisis de un caso práctico y exposición oral de otro tema) cuya calificación supondrá dos tercios de la nota final.