
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Domingo 20 de septiembre, nueve de la mañana. Es el día D y la hora H que muchos opositores esperaban desde hace meses, cuando se convocaron las pruebas para acceder a las bolsas de trabajo de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Hasta ahora la crisis sanitaria había impedido la celebración de las pruebas, de las primeras masivas tras el estado de alarma.
Por fin ayer se pudieron celebrar con todas las garantías sanitarias, según señaló FGV. Pese a todas las medidas orquestadas no se pudo evitar que momentos antes de la nueve de la mañana los aspirantes se agolparan en la puerta de entrada de Feria Valencia mientras se les distribuía por diferentes pasillos. «Nos podrían haber hecho entrar por varios sitios«, señaló Carmen, una de las opositoras que opta a una plaza en atención al cliente.
Jaime, que aspiraba a lograr también un puesto en el mismo departamento, respaldó las palabras de su compañera. «Ha habido varios momentos donde se han creado embudos de gente», recalcó.
En el interior del recinto los opositores fueron dirigidos a un gran pabellón que había sido habilitado como una macroaula. Los accesos se hacían por varias puertas donde había gel hidroalcohólico y según una distribución por grupos para minimizar los contactos. El control de acceso para garantizar la seguridad de los opositores provocó que el inicio de los exámenes se demorara al menos una hora sobre el horario previsto.
Se intentó que la entrada de los opositores fuera escalonada y habían sido convocados a diferentes horas en intervalos de quince minutos. En las entradas se tomaba la temperatura a los asistentes y no se dejó a pasar a nadie con más de 37,5º. También había una ambulancia con un equipo para resolver cualquier duda o emergencia que pudiera surgir.
En el pabellón se habían habilitado centenares de mesas con dos asientos enfrentados y separados por una mampara de madera. El espacio entre ellas era de 1,5 metros, el doble del estipulado para este tipo de eventos. Los opositores, además, tenían que llevar la mascarilla puesta y disponer de otra de repuesto. Cada uno tenía que traerse el bolígrafo de casa y gel hidroalcohólico para el uso personal durante la prueba.
Al concluir cada uno de los exámenes de 120 minutos de duración (30 para el temario común y otros 90 del específico según el puesto al que se presentaban) los aspirantes levantaban la mano para organizar la salida sin que se produjeran aglomeraciones.
Lina, que en estos momentos trabaja limpiando trenes en FGV y aspira a una plaza de maquinista, consideró normal todo el despliegue que ha hecho Ferrocarrils en materia de seguridad sanitaria a través de una empresa subcontratada para gestionar el proceso selectivo. «Es igual que en todas partes, pero es la primera vez que me han tomado la temperatura», apuntó tras superar el punto de acceso.
Aunque se aconsejó que los opositores no fueran acompañados por sus familiares, algunos de ellos llegaron junto a algún ser querido, especialmente aquellos aspirantes que optan a alguna de las plazas reservadas a algún tipo de minusvalía.
Es el caso de Belén que apareció junto a su padre y su madre. Aspira a una de las plazas convocadas de auxiliar administrativo. Ya se ha presentado a varias oposiciones en otras administraciones y su objetivo es entrar en la bolsa de trabajo.
Según fuentes de FGV un total de 2.203 aspirantes (1.690 en Valencia y 513 en la Universidad de Alicante) optaron a alguna de las 136 plazas ofertadas correspondientes a las ofertas de empleo público de 2017, 2018 y 2019 en diversos puestos de la empresa pública.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.