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Un paciente prepara el dispositivo para la diálisis. damián torres

Pacientes con diálisis en casa vuelven al hospital por la subida de la luz

Los enfermos instan a Sanidad a actualizar las ayudas al incremento de precios para mantener los tratamientos en sus propios domicilios

DANIEL GUINDO

Jueves, 17 de marzo 2022, 01:33

La factura del suministro eléctrico se ha disparado en el último año después de que el precio del kilovatio por hora se haya multiplicado por cinco en este periodo; un incremento en las tarifas que está siendo muy difícil de asumir para los pacientes ... que reciben tratamientos de diálisis en sus propios domicilios, especialmente para familias con pocos recursos y jubilados. Esta situación, como señala Daniel Gallego, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), está provocando que, por un lado, parte de los pacientes que van a iniciar el tratamiento se decanten por recibirlo en los centros sanitarios, y así ahorrarse el coste de la electricidad de consumen las máquinas de diálisis; y por otro, que enfermos que ya cuentan con el tratamiento domiciliario estén solicitando regresar a los hospitales tras el repunte sufrido en la factura de la luz.

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Gallego calcula que el coste mensual de la electricidad por el tratamiento de diálisis se ha incrementado entre 30 y 50 euros mensuales, «una barbaridad para pensionistas o personas con pocos recursos». Ante ello, los afectados solicitan a la Conselleria de Sanidad que actualice las ayudas que otorga a estos pacientes a los precios actuales dado que para mantener esta atención domiciliaria que incrementa la calidad de vida del enfermo y, además, ahorra costes a la Administración.

En esta línea, el presidente de la Sociedad Valenciana de Nefrología, José Luis Górriz, confirma que ya se han detectado casos de pacientes que solicitan volver al centro sanitario para el tratamiento de diálisis por la subida del precio de la luz –jubilados y personas con pocos recursos, principalmente– pese a la lucha de estos profesionales para extender las técnicas domiciliarias, que mejoran la calidad de vida del enfermo y resultan más económicas para el sistema.

El coronavirus se ceba con los enfermos del riñón

Los trasplantados y los enfermos del riñón que necesitan diálisis suponen el segundo colectivo más castigado por la pandemia, después de los mayores que viven en residencias de ancianos. Por ello, mantener y potenciar los tratamientos domiciliarios que eviten las continuas visitas a los centros y hospitales –donde los afectados intuyen que se han originado buena parte de los contagios– supone una medida clave para garantizar la seguridad de estos pacientes.

Al respecto, Gallego recuerda que a nivel nacional se han registrado más de 8.000 positivos y más de 1.700 muertes en un colectivo compuesto por unos 65.000 enfermos (35.000 trasplantados renales y 30.000 pacientes con diálisis), algo que en su opinión pone sobre la mesa la incidencia que han tenido las visitas a los centros sanitarios y hospitales para someterse a unos tratamientos que son imprescindibles.

«Hemos estado trabajando durante mucho tiempo para concienciar a los pacientes y a la sociedad de que las técnicas de diálisis domiciliaria son efectivas y seguras. Además de mejorar la calidad de vida del paciente, ahorran importantes costos al sistema sanitario», agrega Górriz.

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Todo ese trabajo realizado puede verse dificultado por el deseo de muchos pacientes que quieren retornar hacerse diálisis en los hospitales o en los centros de hemodiálisis por tener dificultades para el pago de la factura de la luz relacionada con las máquinas de diálisis que utilizan en su casa, señala.

«Existen razones de mucho peso para que los gobiernos acometan este esfuerzo (pago de entre 50 y 80 euros más al mes), que ahora están asumiendo los pacientes. Y es que además de las razones científicas y de calidad de vida ya expuestas, existe un argumento económico que es un ahorro por paciente y año de entre 10.000 y 20.000 euros», resalta el presidente de la entidad.

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Desde la Sociedad Valenciana de Nefrología, añade, «reivindicamos que los pacientes que se realizan técnicas de diálisis domiciliaria no tengan que pagar por el sobrecoste de la luz o lo hagan a un coste muy reducido. Esto debería tener un eco con una respuesta homogénea a nivel de todo el país, un acuerdo de gobierno para solucionar este grave problema de forma equitativa para todos los ciudadanos que recibe estas terapias necesarias para mantenerlos vivos y con buena calidad de vida».

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