![Sanidad excluye ahora el criterio de las altas de la paga por productividad a los profesionales](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/12/12/1465423496-RqUXR0Fa7mHNiRDWuqMn6PN-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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La Conselleria de Sanidad ha informado este martes que de cara a 2024 va a retirar las altas médicas de entre los criterios que se utilizan para valorar la productividad de los profesionales en la paga anual. Justo un día después de la información ... avanzada por LAS PROVINCIAS, en la que se explica que el gobierno valenciano aumentaría hasta 30 millones de euros el montante global que se les abona a los sanitarios por ese plus de eficacia, la conselleria ha confirmado estos datos económicos pero se ha apresurado a señalar que las altas no estarán incluidas el año que viene.
En concreto el indicador eliminado con respecto al Acuerdo de Gestión aprobado por el Botánico es el que computaba el porcentaje de altas de hospitalización dadas entre las 8 y las 11.59 horas. Aunque explican que la eliminación de las altas es «para garantizar la mejor atención a los pacientes y que el complemento retributivo de productividad que perciben los profesionales incentive realmente a quienes mejor trabajen en beneficio de una mejor y más ágil atención sanitaria a los ciudadanos», según el director general de Información Sanitaria, Calidad y Evaluación, Juan Beltrán, para «evitar las altas hospitalarias precipitadas y los reingresos que pudieran ocasionar». Este diario se puso este lunes en contacto con Sanidad para confirmar la noticia que ofrece hoy, pero la conselleria no informó sobre la retirada de las altas.
Tampoco los sindicatos eran conocedores de este cambio de retirar las altas como indicador, del que la conselleria informó tan sólo un día después de la noticia de este diario. Sanidad asegura que esa modificación se hizo en otubre en el Foro de Participación Ciudadana a través de la web de Sanidad, aunque no fue hasta ayer cuando la conselleria emitió el comunicado informando de ello. Las formaciones sindicales aseguran que tampoco se les comunicó en octubre esta medida y se han enterado de la misma a través del comunicado.
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Los indicadores que se van a evaluar en 2024 se enmarcan dentro de las líneas estratégicas del nivel de satisfacción de los pacientes, la accesibilidad diagnóstica y terapéutica, las buenas prácticas para la atención al paciente, proporcionar una atención segura y apropiada. También la integración de los dispositivos asistenciales, el impulso de la seguridad clínica, la innovación en la atención a los pacientes crónicos, potenciar la investigación, promover el uso de datos para mejorar los resultados en salud, adecuar la prescripción farmacéutica y optimizar recursos, entre otros.
Para este próximo año 2024 la cuantía aumentará de los 20 millones de euros que concedió el gobierno del Botánico este año a los 30 millones que ya figuran en los presupuestos de Sanidad para el curso que viene. Pero la intención del conseller, Marciano Gómez, es continuar por ese camino y seguir fomentando esa productividad variable. Para ello, a lo largo de esta legislatura pretende que la cifra alcance los 60 millones de euros, el triple de lo que se ha pagado este año.
Esta paga anual supone un complemento para los sanitarios, que varía en función de si cumplen estos criterios de eficacia a lo largo del año y de su categoría profesional. La cobran tanto los médicos como enfermeras, celadores, en definitiva toda la estructura sanitaria (más de 74.000 profesionales en la Comunitat), tanto en Primaria como en hospitalaria. Actualmente la cuantía es muy baja, ya que para los médicos más veteranos puede llegar a 600 euros, pero la media de todo el personal se sitúa en torno a los 400. Una cifra que se reduce mucho más en el caso de los celadores, con 180 euros y en los auxiliares (120).
Otros criterios, en este caso colectivos de cada centro, son que no aumenten las listas de espera, reducir las veces que un mismo paciente tiene que ir al hospital por uno o varios problemas, mantener el tiempo de demora de la atención en unas franjas estables, sin que se disparen, o el seguimiento que se hace a los pacientes crónicos, tanto en los centros como en sus domicilios. Aunque cada departamento tiene unos criterios propios con los que barema esta productividad. Normalmente la inmensa mayoría de sanitarios los cumplen, en mayor o menor medida, pero en casos de profesionales que encadenan muchas bajas y sus días de trabajo al año son pocos, apenas perciben nada de esta paga.
Desde la asociación del Defensor del paciente, su presidenta, Carmen Flores, señala que esta medida «es poner en una situación a los médicos de chantaje. Tienen que ganar un sueldo acorde con su responsabilidad, que es mucha, y no tienen por qué darse prisa para dar altas a los pacientes», señala. «Además, si un paciente tiene que volver por darle el alta demasiado pronto supone un coste elevado. No pueden dar más dinero en función de cuántas intervenciones hagan, los médicos deben estar más descansados para atender mejor», explica Flores. «Es un caramelo que les ponen para ganar dinero, pero esa no es la cuestión, deben aumentar los profesionales en sanidad», establece.
Por eso para Defensor del paciente el aumento de esta paga «no es un incentivo correcto», asegura. «Hay que trabajar para que las listas de espera no estén en la situación que están, que los tiempos sean mucho menores. No porque tengan un paciente más días ingresado son peores médicos, la verdad no deseo que los médicos entren en este juego», apunta Flores. «Los tendrían que valorar mejor al personal sanitario, no necesitan premios, sino una valoración de su trabajo, que es muy delicado para los pacientes, tienen que estar bien pagados y descansados», añade la presidenta.
Por eso para Carmen Flores «el ahorro está en hacerlo bien», según opina. «Si los médicos tienen dedicación exclusiva y un sueldo acorde no hace falta darles incentivos», apunta. «Me parece que es poner en peligro a los médicos, que se pueden equivocar por cansancio, y a los pacientes, que les puede costar muy caro, no me parece que sea un sistema que sea razonable, es un chantaje, y estamos hablando de salud», destaca.
Por su parte la presidenta en la Comunitat de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Inma Cervera, es partidaria de mejorar los indicadores en los que se basan los datos que miden esa productividad según la cual se paga a los sanitarios. «Hay que modular los indicadores, aportar ideas nuevas, que esos indicadores tengan un impacto en la población mayor del que tienen, y que no sólo sea un impacto económico, sino de calidad de la salud, con evidencia científica y unos objetivos», comenta.
«Echo en falta que haya indicadores que sean un estímulo por su validez, no por cuantía económica y que todos vayamos alineados en los mismos indicadores. Los objetivos que tenga marcados la conselleria deben ir en la línea con esos indicadores, primando la calidad asistencial y bien explicados a los profesionales, que sean transparentes, con objetivos visibles para el profesional», añade Cervera. «La motivación no es sólo económica, si queremos motivar a los profesionales. Una paga anual no es lo único que motiva a un profesional, es una parte que puede parecer atractiva pero tiene que ir acompañada de lo demás», destaca la doctora.
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Tanto Cervera como Flores coinciden en que si se puntúan las altas en el baremo, una alta precoz de un paciente puede acarrear complicaciones. «Si el paciente no está estable, puede ser un indicador de ahorro de costes pero no es indicador de calidad», dice la presidenta de Semergen. No obstante, también entre esos indicadores se contemplan los reingresos que tenga un paciente y las pruebas diagnósticas que le han hecho, y si no se ajustan a lo establecido como correcto, puntúan de forma negativa. «Es más interesante que un alta compleja en un hospital esté coordinada con Primaria, que haya una continuidad asistencial, y que cada indicador mida un apartado de calidad asistencial», señala Cervera. «Sin embargo, es un síntoma de mala calidad que un especialista rechace las interconsultas, porque aunque sea una forma de acortar listas de espera, significa que los pacientes no puedan acceder a otros especialistas», añade.
El vicepresidente del Colegio de Médicos de Valencia, Pedro Ibor, considera que valorar el trabajo del profesional «es positivo», pero siempre con una salvedad: «Mientras el profesional ejerza la profesión de forma correcta en beneficio del paciente, siempre que el médico se ajuste a ello y se actúe dentro del código de deontología», establece.
Para Ibor, aunque haya tiempos de ingreso establecidos según cada enfermedad «cada enfermo es diferente, y hay que tener un ejercicio correcto de la profesión, no se puede anteponer el cobro de una actividad nunca si pone en riesgo al paciente, aunque haya una paga económica, la salud de los pacientes es lo principal, aunque que el trabajo bien hecho tenga una compensación es natural, pero que sea en una aplicación dentro de protocolos y procedimientos con arreglo a la profesion», señala.
«No se deben acortar días de ingreso por ese motivo, que las altas sean porque se puede ir el paciente según los datos, siempre. El médico no se puede dejar llevar por un incentivo económico, porque puede haber riesgo para el paciente», explica. «No hacer las cosas por acortar o no demorar. Al paciente no le tiene que provocar inseguridad, el paciente es el eje de la sanidad», destaca en el Colegio de Médicos.
Además, la presidente de Semergen también añade que «no hay ningún comité que mida esas altas, sólo se paga por los datos, es un indicador económico pero no de calidad asistencial. Si la productividad va asociada a indicadores relacionados con calidad asistencial es bueno, pero es difícil y tienen que ser transparentes y comunicarlos, que haya una monitorización abierta para acceder a los resultados de forma periódica. Que sepamos el objetivo del indicador, porque ahora mismo ni los propios médicos tenemos acceso a los resultados de productividad, que sepamos qué mide ese indicador, y algunos están obsoletos porque no ha habido cambios en 10 años, se deben actualizar», apunta Cervera.
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