Los pacientes sufren esperas de hasta nueve meses para fisioterapia y los centros presentan humedades y material inservible

Los pacientes que requieren los servicios de un profesional de fisioterapia sufren cada vez más esperas para ser atendidos y cuentan con instalaciones más obsoletas en las que parte de material prácticamente es inservible. Así lo denuncia este jueves el Sindicato de Enfermería Satse, desde donde ejemplifican que los centros de salud de Malvarrosa y Serrería tienen una lista de espera de nueves y seis meses, respectivamente, para la consulta del fisioterapeuta. Igualmente, los centros de salud de Salvador Pau, también en la capital, y el de Foios, en el mismo departamento de salud de Valencia-Clínico- Malvarrosa, sufren una demora de dos meses.

Al respecto, desde la formación sindical explican que la Dirección del Hospital Clínico decidió, tras la pandemia de Covid, incrementar las intervenciones quirúrgicas, el plan de choque y el autoconcierto (la intención era reducir las listas de espera), lo que desembocó en que los fisioterapeutas del hospital no pudieran asumir a tantos pacientes. Por ello, se optó por que los fisioterapeutas de los centros de salud del área de salud asumieran también a los pacientes postquirúrgicos del hospital. A pesar de que se han incorporado diez nuevos profesionales a los centros de salud del departamento, «la lista de espera para ser atendido por los fisioterapeutas no hace más que aumentar», subrayan.

«Hay que tener en cuenta que, tras una intervención quirúrgica, la rehabilitación se tiene que iniciar, habitualmente, en la primera semana, y en los pacientes postquirúrgicos (considerados como preferentes) se están demorando a casi quince días en los centros anteriormente señalados. De hecho, se están dando reintervenciones de una misma patología como consecuencia de la falta de una rehabilitación precoz», denuncian desde Satse.

Es tal el atasco que los fisioterapeutas de los centros de salud «no tienen tiempo de desplazarse a los domicilios ni de realizar atención comunitaria, prevención y promoción de la salud, todas ellas importantísimas para mejorar el nivel de salud de la comunidad», alertan.

Otro problema añadido es, según Satse, la falta de instrumental y material de rehabilitación como pelotas de mano, juego dedos extensión-flexión, camillas elevables, tens, magnetos, sillas de madera para onda corta y microondas, lo que provoca que los pacientes preferentes sufran retrasos en su tratamiento. Tanto el Sindicato de Enfermería como los fisioterapeutas de algunos centros de salud han solicitado en reiterados escritos a la Dirección del Departamento, desde hace más de un año, pelotas de mano, que tienen un coste de sólo cinco euros, y otro material «sin ningún resultado».

Incluso algunos fisioterapeutas han costeado, de su propio bolsillo, material para el gimnasio de rehabilitación, ante la falta de contestación de la Dirección.

No sólo existe el problema de la falta de material, sino el deterioro de las instalaciones por el uso intensivo, como ocurre en el gimnasio del Grao, donde «hay humedades desde hace meses causadas por filtraciones de lluvia, con el peligro que supone por la cantidad de enchufes y aparataje», advierten desde la formación.

El sindicato considera que la situación se está deteriorando aún más por «la inacción» de la Dirección de Enfermería y de la adjuntía de Fisioterapia a la hora de solucionar los problemas que han sido de sobra transmitidos, problemas como la falta de fisioterapeutas, la falta de técnicos en cuidados auxiliares de enfermería en los gimnasios, la derivación de pacientes hospitalarios a los centros de salud, la mejora de las instalaciones y la dotación de material suficiente.

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