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Padres presionan para mantener el peso del castellano en Secundaria

Asociaciones de la Vega Baja impulsarán consultas, escritos a sus centros y protestas para que el plurilingüismo no «perjudique» a sus hijos

J. BATISTA

VALENCIA.

Viernes, 6 de diciembre 2019, 01:08

Las asociaciones de madres y padres de alumnos de las zonas castellanohablantes han empezado a movilizarse contra la aplicación de la Ley de Plurilingüismo en Secundaria, que llegará en septiembre e implicará, especialmente en estas comarcas, reducir el peso lectivo del español en todos los cursos de la ESO, Bachillerato y FP.

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La agitación ya es palpable en la comarca del Bajo Segura (la Vega Baja), donde en las últimas semanas han sido numerosos los pronunciamientos críticos contra la implantación de la norma. De hecho se ha convocado una manifestación para el próximo 18 de enero.

Para tratar de calmar los ánimos y resolver dudas, el pasado martes el conseller Vicent Marzà y el secretario autonómico Miguel Soler participaron en un encuentro con directores de la zona donde se les trasladaron los problemas que puede provocar la aplicación de sopetón de la ley, que es lo que prevé su calendario de implantación. De hecho, los responsables de la conselleria abrieron la puerta a una puesta en marcha progresiva.

Educación abre la puerta a que la ley se aplique de manera progresiva en zonas castellanohablantes

En cuanto a la manifestación, que se celebrará en Orihuela, ha sido convocada por la Delegación Bajo Segura de la Fapa Gabriel Miró y ya se han adherido entidades como la plataforma de Ampas de Torrevieja así como asociaciones de otras zonas castellanoparlantes como Requena. En el manifiesto se reivindicará «el derecho de las familias a elegir lengua vehicular», que el nuevo programa lingüístico que se elabore tenga en cuenta «las peculiaridades de la zona en que se encuentra ubicado» el centro y que este «sea el resultado de un proceso participativo que sea un verdadero reflejo de las decisiones de las familias».

Como explica Sonia Terrero, vicepresidenta de la citada delegación y secretaria general de la Fapa, en las zonas castellanoparlantes «hay mucho alumnado exento de la asignatura de Valenciano y se van a encontrar con que tendrán que dar más materias en esta lengua, como una troncal, por no hablar de gente que venga de fuera y se encuentre la situación». «No queremos que se perjudique a nuestros hijos», defendió.

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Cabe recordar que además de la exención, es habitual que en los actuales programas lingüísticos sólo exista una materia en la lengua propia (la de Valenciano), salvo en centros donde se llegaron a aplicar los programas plurilingües del PP y sin contar los dos últimos cursos, donde la Ley de Plurilingüismo del Botánico se ha aplicado ya en Primaria. El cambio sustancial es que al exigirse el curso que viene un mínimo del 25% de horas lectivas en la lengua autonómica será necesario vehicular más materias en valenciano en territorios donde no existe uso social y ha sido mínimo en la escuela.

Terrero señaló que la Delegación Bajo Segura también va a impulsar encuestas entre las familias de los centros para que manifiesten sus preferencias, con el objetivo de plasmar los resultados en un escrito que se elevará a los consejos escolares que deben aprobar el nuevo proyecto lingüístico para Secundaria para que los tengan en cuenta.

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Por su parte, Lorenzo Tendero, el presidente de la confederación Covapa (en la que está integrada la Gabriel Miró), puso el foco ayer en el perjuicio que puede suponer el aumento de la exposición al inglés (al menos un 15% de las horas lectivas) sin disponer del suficiente profesorado capacitado. «Quizá sería conveniente una aplicación progresiva y facilitar más formación», dijo. Respecto al valenciano en zonas castellanohablantes, pidió «sensibilidad hacia su alumnado».

En cuanto al encuentro con directores, desde la conselleria se planteó la posibilidad de que los centros propongan un plan lingüístico de aplicación progresiva (por ejemplo curso a curso, en lugar adaptar todas las etapas de Secundaria), una opción que sería posible, a juicio de la administración, a través de proyectos experimentales. «Lo resumiría en que cada año sepamos un poco más que el anterior», sintetizó Miguel Soler en declaraciones recogidas por Televisión Torrevieja.

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