La ampliación del hospital Clínico de Valencia va a sufrir su enésimo retraso, pero no es el único centro sanitario valenciano que debido a ... la pandemia, a problemas burocráticos, a cambios en el proyecto o a recibir menos inversión de la prevista inicialmente, está pendiente de que se pongan en marcha las mejoras programadas, calificadas de prioritarias por la propia Administración autonómica.
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De hecho, las obras anunciadas en hospitales como el militar de Mislata-Quart de Poblet, el propio Clínico, el Lluís Alcanyís de Xàtiva, el General de Elx o el complejo sociosanitario Ernest Lluch de Campanar, entre otras, aún no están finalizadas. Y algunas de ellas acumulan más de tres años de retraso con respecto a los plazos iniciales anunciados por el propio Gobierno de la Generalitat.
En el caso del hospital militar de Mislata-Quart de Poblet, a finales de 2016 la Conselleria de Sanidad anunció una inversión de 100 millones de euros para remodelar sus instalaciones en un plazo de cinco años (de 2017 a 2021). El plan incluía la construcción de un hospital de media y larga estancia y de salud mental; la implantación de un espacio logístico para centralizar servicios para los centros sanitarios del área de Valencia y la remodelación de las consultas externas; actuaciones que en parte todavía están en obras y que no estarán concluidas hasta 2024, tres años después de lo previsto. Partidas presupuestarias por debajo de lo necesario y la irrupción del Covid-19 a principios de 2020 han lastrado unas obras programadas para atender a pacientes de larga estancia o con enfermedades crónicas, así como patologías de salud mental.
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Estas actuaciones de mejora forman parte del paquete de obras sanitarias (por un valor de casi 200 millones de euros) que tiene en marcha la conselleria en la actualidad (como difundió el propio departamento autonómico a mediados de este mes de febrero), aunque buena parte de ellas tendrían que estar ya finalizadas a tenor de los plazos previstos inicialmente en cada proyecto.
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El futuro complejo sociosanitario Ernest Lluch (que sustituirá al viejo hospital La Fe de Campanar) es otro claro ejemplo. Un centro de salud, otro de especialidades, un hospital de crónicos y larga estancia, un centro de rehabilitación integral ambulatorio, cuatro hospitales de día para la atención de trastornos mentales, un centro de estudios en salud y género, una escuela de salud y otra del paciente son algunos de los servicios que albergará y que se vienen anunciando desde hace, al menos, cuatro años. Sin embargo, los plazos de ejecución siguen demorándose.
La anterior consellera de Sanidad, Carmen Montón, anunció que el centro de salud estaría listo a finales de 2019 y el de especialidades un año después, plazos que ya a mediados de 2018 se alargaron hasta el segundo semestre de 2020, en el caso del centro de salud, y al segundo semestre de 2021, en el caso del de especialidades. Aunque las obras están marcha, tras finalizar el desamiantado de los antiguos edificios, ni uno ni el otro están terminados. Según Sanidad, en estos espacios también está en ejecución la adecuación del edificio donde estaban los laboratorios para que alberguen el Servicio de Emergencias Sanitarias y el SAMU.
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«La renovación del hospital Militar debería de estar terminada desde hace años. Lo mismo ocurre con La Fe de Campanar, que debería de dar cobertura a otro hospital y descargar a los departamentos limítrofes. En particular se agrava el retraso porque debería de acoger un hospital de crónicos, enfermeros muy olvidados durante esta pandemia», lamentan desde el sindicato CSIF.
En el caso del hospital Clínico, la ampliación no estará lista al menos hasta agosto de 2024, dado que el Consell ha adjudicado recientemente las obras del nuevo edificio de hospitalización con un plazo de ejecución de seis meses más de lo inicialmente previsto. En este centro sanitario también se ha retrasado la puesta en marcha de varios de los dispositivos donados por la Fundación Amancio Ortega debido a retrasos en las licencias de obra para adecuar los espacios y a la falta de profesionales especializados. De hecho, las obras de remodelación para instalar uno de estos dispositivos, denominado Leksell Gamma Knife, debería haber concluido en 2020, pero la licencia municipal tardó un año en llegar. De hecho, la máquina todavía no ha empezado a dar servicio puesto que aún se están ultimando los trabajos para su instalación.
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Fuera de la capital del Turia, se está acometiendo la reforma integral del hospital de día y del servicio de Oncología del hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva; una actuación que debía haberse inaugurado en noviembre de 2021 si se hubiesen cumplido los planes iniciales, pero que aún está en obras.
También están en marcha los trabajos de ampliación y reforma del bloque quirúrgico del hospital General de Elx, obras demoradas por la pandemia que no estarán listas hasta agosto de 2023.
La reforma debía estar lista en 2021, pero las obras no finalizarán hasta 2024.
Contempla un centro de salud y otro de especialidades, previstos inicialmente para 2019-2020, pero que continúan en obras.
Suma un nuevo retraso de seis meses, por lo que la ampliación no estará lista hasta agosto de 2024.
Las obras de adecuación para instalar una de las máquinas donadas por la Fundación Amancio Ortega aún no están finalizadas, pese a que estaba previsto para 2020.
La reforma del servicio de Oncología debía estar lista en noviembre de 2021, pero aún está en obras.
La pandemia ha demorado unas obras que no estarán listas hasta agosto de 2023.
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