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El 30 de septiembre concluye el año hidrológico 2017-2018. Tras un comienzo desesperanzador, con el otoño más seco desde que hay registros, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la situación en estos momentos invita a cierto optimismo. Los pantanos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) almacenan 927 hectómetros cúbicos y se encuentran al 27,69% de su capacidad. Por estas fechas en 2017 se encontraban al 26,91%, con unas reservas hídricas de 900,88 hectómetros.
Aún así, los pantanos valencianos son los que menos agua almacenan en España y siguen en una situación complicada. Los del Júcar se encuentran 28 puntos por debajo de la media estatal y los del Segura, al 22% de su capacidad, 33 puntos por debajo del promedio. Los embalses españoles están, en cambio, al 55%, con unas reservas muy por encima de las del año pasado y de la media de la última década.
La situación en la Comunitat no es tan halagüeña. Los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar revelan que pese a la mejoría respecto a 2015-2016 y 2016.2017, los embalses no han salido de la UCI. El actual ha sido el tercer peor año hidrológico de los últimos diez.
Las presas en la última década han almacenado una media de 1.232 hectómetros cúbicos a estas alturas de septiembre. Es decir, ahora hay 300 hectómetros menos en los pantanos que el promedio del periodo (un 25% inferior) y el año ha sido el tercero peor de la serie, sólo superado por los dos inmediatamente anteriores. La situación no era tan grave desde la última sequía.
En cualquier caso, la evolución de los embalses valencianos durante el año hidrológico que ahora finaliza ha sido muy similar a la del resto de los pantanos españoles. Tras un otoño muy seco por la estabilidad atmosférica, a mediados del invierno comenzó una recuperación que se ha mantenido hasta el verano. Las reservas peninsulares registraban a principios del pasado mes de diciembre mínimos históricos, con apenas 20.400 hectómetros cúbicos, lo que suponía el 36,5 por ciento de su capacidad. Ahora, en cambio, se encuentran por encima del promedio, salvo en las cuencas del Júcar y el Segura.
Las lluvias que comenzaron a mediados del invierno y que siguieron en primavera e incluso en el verano han ido invirtiendo la situación. Según Aemet, el año hidrológico en la Comunitat ha sido seco, con un déficit de precipitaciones del 24% debido al mal comportamiento del otoño, el peor desde que hay registros. En España se ha producido un superávit del 13%.
El verano, en cambio, ha sido muy húmedo de forma que ha permitido que los embalses del Júcar hayan incrementado sus reservas. De hecho, la cuenca es la que mejor se ha comportado en la tercera semana de septiembre, ya que es la única en España en la que ha aumentado la cantidad de agua almacenada.
Las precipitaciones en la cuenca del Júcar durante el año hidrológico se han situado sido un 95% por encima de la media, según Aemet.
El incremento de las lluvias en la cabecera ha influido directamente en la situación de los grandes pantanos de la cuenca (Alarcón, Contreras) y ha aliviado la preocupación de los regantes ante el futuro inmediato. Juan Valero de Palma, secretario general de los Usuarios del Júcar, explicó que la situación ha mejorado con respecto al año pasado y considera que tienen garantizado cubrir las necesidades de esta campaña y quizá también la de 2020.
Valero de Palma explicó que el carácter hiperanual de estos pantanos, especialmente el de Alarcón, permiten afrontar con tranquilidad el año. «Podemos regar durante 2019 y es posible que también en 2020», resaltó.
El pantano de Alarcón, el mayor de la cuenca, tiene capacidad para almacenar 1.118 hectómetros cúbicos. En estos momentos las reservas suman 387,56 hectómetros, cerca de 40 más que hace un año (un 10% más).
Contreras, el segundo embalse en capacidad, también ha mejorado su situación respecto al final del año hidrológico 2016-2017. Almacena casi 123 hectómetros cúbicos, un 23% más que en septiembre de 2017. Las precipitaciones del invierno, primavera y verano también han incidido en el pantano de Tous, el tercero en importancia de la cuenca, que en estos momentos acumula 61 hectómetros cúbicos, un 45% más que hace un año.
En cualquier caso, no hay que lanzar las campanas al vuelo. La relativa mejora en la situación de los pantanos se ha conseguido gracias a las lluvias, pero también al esfuerzo que han tenido que hacer los regantes. En este sentido, Juan Valero de Palma consideró que el reto es lograr que se ahorren unos 100 hectómetros cúbicos anuales, de forma que las reservas de los pantanos no se vean reducidas por el riego de los cultivos.
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