La pareja de Tono Sanmartín: «El vidente estaba obsesionado con Montesinos»

El conocido peluquero ya acudió en su momento a la Ciudad de la Justicia para declarar sobre el chantaje al que fue sometido. Otra de las víctimas de este red es el diseñador Francis Montesinos. La pareja del peluquero recordó como el supuesto cabecilla, conocido como el monje vidente, le contactó. «Yo dije que no era famoso que era mi marido. Entonces, un día vino a la peluquería y ya se interesó más por él». Pero, la realidad, es que el monje «estaba obsesionado por conocer a Montesinos, no dejaba de hablar de él todo el día e insistía en que se lo presentáramos«.

Al cabo de un tiempo, recibió los mensajes, similares a los que enviaron al diseñador, donde se planteaba una extorsión. O entregaban un dinero o revelarían supuestas relaciones sexuales. A la pareja de Tono, le indicaron: «Tenemos un vídeo con tu marido y si no nos pagáis dinero...»

El declarante señaló que se lo transmitió a su pareja y el peluquero se hizo cargo de inmediato. Le dijo que no hiciera caso, que lo bloqueara y que él se encargaría de todo. «Yo estoy enfermo del corazón y temía que me pasara algo» ante el cariz de estas amenazas.

El conocido como monje vidente, que responde a Juan H. G., era el supuesto líder de la red de extorsión. «Se introdujo en la sociedad valenciana y ustedes se sorprenderían si conocieran a las otras víctimas. Hay muchos personajes que están metidos aquí», señaló en su día Tono Sanmartín. Este se liberó de las presiones diciendo a su interlocutor que se había separado y que había cerrado la peluquería. «Me dejó en paz», se felicitó.

El monje instaba a otras personas, jóvenes extranjeros, a que sedujeran a los famosos para posteriormente extorsionarles. Estos hechos, la participación del adulto en las prácticas delictivas, se investigan en un juzgado de Llíria.

El hombre se encuentra actualmente en busca y captura. Fuentes policiales lo sitúan al otro lado del Atlántico. Como hecho sorprendente, hace unos meses, este prófugo de la Justicia envió un correo electrónico a la instructora en el que denuncia que él también es una víctima del supuesto menor y que fue extorsionado. El email, con erratas y faltas de ortografía y en algún punto difícilmente comprensible, comienza de esta forma: «Hola, doña jueza, me dirijo a usted contándole mi verdad...».

Otro juzgado de Llíria investiga el supuesto abuso del diseñador al menor. Un caso donde el modisto ya ha pedido el archivo porque su pareja para ese encuentro sexual le aseguró, incluso por escrito, que era mayor de edad. La jueza todavía no ha resuelto esta petición.