Secciones
Servicios
Destacamos
Es difícil escribir de algo que ya no existe, pero es lo que ha pasado con el Parque Natural del Turia. El 29 de octubre dejó de existir por una DANA sin precedentes que se llevó todo por delante. Zonas recreativas, la ruta ciclista, la reforestación hecha desde hace lustros, puentes y pasarela. De todo eso y más cuentan los ayuntamientos afectados.
El parque natural está formado por 14 municipios. Los que tuvieron más suerte fueron los que están aguas abajo del nuevo cauce, Mislata y Valencia. Desde el primero confirmaron que la gota fría no ha afectado a ninguna de las infraestructuras citadas. El nuevo cauce, como publicó LAS PROVINCIAS, soportó dos «picos» de 2.000 metros cúbicos por segundo a lo largo de la noche.
Todo este caudal, capaz de arrasar con lo que se pusiera por delante, pasó por Riba-roja. El alcalde de esta localidad, Robert Raga, tiene muy clara la prioridad en el municipio, que pasa por construir un puente que una la población de nuevo con las urbanizaciones aisladas en la ribera norte del Turia. Son unas tres mil personas que ahora, por ejemplo, deben ir al médico a l'Eliana. Y cuando vuelvan a abrirse los colegios tendrán otro problema.
Lo que era un trayecto de unos pocos minutos entre esos núcleos de chalés y el resto de Riba-roja necesita ahora un rodeo que supera los 45 minutos en coche. De ahí que el primer edil propusiera ayer mismo a los mandos de la UME la construcción de un puente que sustituya al caído.
«Ya se hizo en 1957 y lo necesitamos de nuevo», dijo. Además, pondrán sobre la mesa de nuevo la reivindicación de otro paso sobre el Turia, sin pilares al igual que uno situado en Manises, con el fin de garantizar la seguridad de la infraestructura. La inversión corresponde a la Diputación.
Raga destacó que se ha reforzado un servicio de autobús. En cuanto al propio parque natural, se han producido daños en algunas viviendas y el resumen de todo lo demás es la tromba de agua ha acabado con los campos de cultivo, así como con la plantación de arbolado que se había hecho en las riberas desde hace más de una década. Toca por lo tanto volver a empezar.
Lo mismo ocurre en Vilamarxant, donde el alcalde Héctor Troyano destacó la desaparición de la misma oficina técnica del parque natural. «Quedó cubierta por las aguas», mientras que todos los puentes de madera que formaban parte de la ruta ciclista y peatonal han desaparecido.
La sede del parque, la llamada Casa de Madera, es una incógnita hasta que los técnicos hagan una evaluación de daños. Troyano no descartó que la estructura haya quedado seriamente afectada. Por fortuna, el puente que conecta con Llíria y la CV-50 está en aparente buen estado tras una primera revisión. «El tráfico no llegó a cortarte pero quieren reforzar la cimentación», comentó como la obra más inmediata.
De la reforestación no queda nada, al igual que en el resto del parque natural, lo mismo que de campos de naranjos situados en las riberas del río. «Los naranjos están destrozados», apuntó, además de que cuentan con una gruesa capa de barro.
Otra iniciativa que ha quedado inservible es la colocación de mantas textiles en el suelo tras arrancar los cañaverales. Expertos consultados por LAS PROVINCIAS indicaron que el sistema impide el rebrote de las cañas durante dos años, el sistema más eficaz encontrado por la Confederación del Júcar contra este problema, que atasca los cauces. «No queda nada», resumieron las mismas fuentes.
Aguas abajo, ayuntamientos como el de Paterna indicaron que no se han registrado daños personales ni en viviendas en las proximidades de la ribera. Otro asunto bien distinto es lo ocurrido en Quart, donde equipamientos públicos tan importantes como el Auditorio Molí de Vila quedaron completamente inundados.
«El piano y las butacas estaban flotando», señalaron fuentes de este municipio. Los técnicos deben realizar ahora un estudio para comprobar el estado del inmueble y los costes de su reapertura. También se registró la pérdida de una pieza de patrimonio histórico, como la grave afección a un puente romano. Las zonas recreativas, que se habían regenerado con fondos europeos, se han hecado a perder.
En Manises, confirmaron la desaparición de todos los puentes de la ruta ciclista, así como del llamado mirador de la Reina, una zona de avistamiento de aves y el parque de ribera. En cuanto a dos áreas recreativas, la conclusión es la misma: «No hay». una zona de casetas y huertos próxima al río completa el mapa de la destrucción en esta parte del parque natural.
Ahora mismo, pues, el parque natural se limita a las zonas que no resultaron inundadas debido a la presencia del nuevo cauce. El resto está pendiente de una nueva puesta en funcionamiento, una refundación en sí, que empezará por la misma oficina técnica en Vilamarxant, donde lo primero a decidir será si sigue en el mismo lugar o es trasladada. En esa zona fue especialmente violenta la tromba de agua y abatió ejemplares plantados hace 35 años en una zona cercana de reforestación. No queda casi ningún árbol en pie.
Sirva como ejemplo que el ancho del Turia en ese tramo suele ser de ocho metros y llegó a los 250 metros por la DANA. Ayer todavía tenía esa medición a pesar del tiempo transcurrido. La violencia del agua obligará a replantear el mismo sistema de infraestructuras y las zonas recreativas. En suma, empezar de cero.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.