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Una nave de 500 metros cuadrados alberga más de 170 motos y microcoches. TXEMA RODRÍGUEZ

Pasión sobre dos ruedas: de la XX a la Cleveland

En la Vall de Guadalest existe uno de los museos de motos más importantes de España con más de 170 unidades restauradas de todo el mundo

Héctor Esteban

Valencia

Martes, 25 de febrero 2025, 00:45

La joya de la corona del museo es una XX, el prototipo de la A-45, el primer modelo de Montesa, una de las marcas ... señera del motociclismo en España. La moto la señala Ricardo Fracés hijo, que junto a su hermano Xavi, ha mantenido viva la pasión de su padre, de nombre también Ricardo, que en una revuelta de la carretera que une Callosa d'en Sarrià con Guadalest levantó un templo de las dos ruedas. En 2003, tras más de 25 años restaurando motos, abrió el Museo de Vehículos Históricos Valle de Guadalest, ubicado junto al restaurante El Riu, propiedad también de la familia.

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La XX viene a ser la guinda de uno de los museos privados de motos de España más importantes pero el visitante no le puede quitar la vista a modelos como la Japauto VX1000 y la Henderson K Deluxe de 1922. La primera es una moto francesa, una máquina fabricada para las carreras de resistencia, y la segunda una de las pocas unidades que hay en el mundo de una marca que sólo fabricó entre 1912 y 1931.

En el museo, instalado en una nave de 500 metros cuadrados, Ricardo hace de guía. En ese momento hay varios visitantes disfrutando de las motos mientras él, casi como una manía para que todo esté perfecto, coge los manillares para poner las ruedas rectas. Al rato se incorpora su hermano Xavi, que ha dejado las brasas del restaurante, para entre los dos relatar la pasión que les inculcó su padre. Cada vez que nombran al patriarca hay emoción en sus palabras.

Los hermanos Ricardo y Xavi Fracés, y algunas de las motos del museo. TXEMA RODRÍGUEZ

«A mi padre le pudo dar por comprar pisos pero con el dinero que ganaba en el restaurante le dio por comprar motos y restaurarlas. Era su afición, su pasión y le llevó a hacer, poco a poco, todo esto», afirman los hermanos. En esa nave, cuidada hasta el milímetro, no se deja nada al azar.

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Las motos están agrupadas por marca: Bultaco, Guzzi, Montesa, Harley, Ossa, Lacroix de Laville, Ducati, Sanglas... Incluso en una esquina hay espacio para motos de fabricación valenciana con marcas como Villof, BJR, SB, Silco, Setter... En el museo también hay un Isetta, uno de los microcoches más exitosos producidos en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Este modelo es de BMW y se hizo famoso gracias a la serie de televisión 'Cosas de casa'. Es como el vehículo de Steve Urkel.

En la web del museo están documentadas todas las motocicletas, cada unidad y agrupadas por país de fabricación. En esa curva, a cinco kilómetros de Callosa y a siete de Guadalest, Ricardo Fracés (Benifato, 1946) levantó el restaurante, un kiosco donde comprar productos tradicionales y el museo de vehículos históricos.

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El artífice de este templo para los amantes de las dos ruedas se crió delante de una herrería, donde arreglaban motos y bicicletas. De ahí nace su afición. A los 13 años ya se atrevió a conducir una Vespa de su padre y su primera moto, la que se pudo pagar en aquellos tiempos, fue una Ducati 175 S que tenía que compartir con su hermano.

El restaurante fue la forma de poder ampliar la colección y por ello se compró, con parte de los primeros beneficios, una Montesa Enduro 360 H6. A partir de ahí, muchos viajes a las principales ferias de España a mirar motos, desde Sils a Murcia, Alcañiz y Valencia. La afición se desbordó, Ricardo hizo muchos kilómetros de noche porque había que cumplir con la devoción y el trabajo, y contó en todo momento con el apoyo de su familia. «Esto es una forma de mantener viva la memoria de mi padre, un gran trabajador que siempre lo dio todo por nosotros», apunta Ricardo.

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