Al hospital. Un camillero traslada a una anciana de una residencia afectada por el Covid. EFE
¿Qué pasó en las residencias?
El epicentro ·
Los geriátricos, ignorados en general por una sociedad hedonista, se han convertido en los actores principales del drama del Covid. En la primera ola hubo más que críticas por la escasa hospitalización de los mayores. Un tercio de los finados son residentes aunque los contagios en los geriátricos no llegan a un 4% sobre el total
El mismo día en que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunciaba la suspensión de las Fallas 2020, el 10 de marzo, las residencias de mayores de la Comunitat Valenciana recibían el primero de los muchísimos mazazos que les esperaban en las siguientes semanas: el geriátrico Santa Elena de Torrent contaba sus primeros 12 contagios. Seis días más tarde esta residencia lanzaba un grito de auxilio porque de sus 73 residentes, tres habían fallecido, 46 estaban infectados, otros siete presentaban síntomas de padecer Covid-19 y un residente estaba a la espera de resultados; también tenían 19 empleados contagiados y siete con síntomas. No podían atender a los mayores. Sanidad la intervino el 19.
El virus empezó a invadir las residencias a pesar de que el fin de semana anterior a que se declarara el estado de alarma la inmensa mayoría cerraron sus puertas y prohibieron las visitas. Faltaban mascarillas, guantes, EPIs y conocimiento de cómo actuaba el virus. «Al principio las residencias no tenían medios ni mascarillas ni protección adecuada, usaban bolsas de basura para tratar de protegerse», afirmaba el 14 de mayo Ana Lanuza, la coordinadora de las investigaciones civiles de la Fiscalía en la Comunitat Valenciana.
Los meses más duros
Marzo, abril y mayo, para olvidar
Desde mediados de marzo hasta mitad de mayo se contabilizaron 523 fallecimientos en los geriátricos valencianos. Fueron los momentos más duros de la pandemia. En unos 60 días medio millar de residentes perdieron la vida por el Covid. En el conjunto de la sociedad valenciana se registraron oficialmente 1.399 muertes a 20 de mayo.
El porcentaje de residentes fallecidos en los momentos más duros en los que golpeaba el coronavirus suponía casi un 38% del total de los finados. Ahora mismo ese porcentaje se ha reducido en ocho puntos y se sitúa en un 30%. La media española está cerca del 50%.
De las 334 residencias de mayores que hay en la Comunitat Valenciana, poco más de la mitad, 173, llegaron a tener contagios en aquellas ocho semanas. La virulencia del Covid se puso en evidencia cuando solo dos semanas después de que el Gobierno declarase el estado de alarma y el confinamiento de la población, el 29 de marzo, ya eran 61 las centros de mayores con contagiados. En la segunda ola se ha alcanzado el pico el 21 de diciembre con 101 geriátricos con casos positivos. Y se mantiene.
Las cifras
846 residentes fallecidos
desde el inicio de la pandemia
4.975
residentes contagiados desde el inicio de la pandemia son los contabilizados en la Comunitat Valenciana. Pero en apenas un par de meses, noviembre y diciembre, se han acumulado 1.075 y 765 positivos, prácticamente un 40% del total de los mayores infectados por el Covid que viven en los geriátricos valencianos.
2.306 trabajadores contagiados
Entre la primera ola de Covid-19 que afectó a 173 residencias y la segunda en la que presentan casos otras 101, se han sumado casi 2.300 empleados contagiados. A los trabajadores se les ha señalado en muchas casos de ser responsables de llevar el Covid a los geriátricos.
Morían en las residencias
Un 60% no fueron al hospital
El drama en las residencias no sólo sucedió en la Comunitat Valenciana. Se extendió a toda España. A la Comunidad de Madrid se le acusó de no atender en los hospitales a los residentes, mientras tres cuartos de lo mismo ocurría en las valencianas, hasta el punto de que seis de cada 10 fallecidos entre marzo y el 18 de mayo por Covid no fueron hospitalizados y perdieron la vida en la cama del geriátrico. Concretamente un 57%, indicaba un informe interno de la Conselleria de Sanidad. La titular, Ana Barceló, no negó la información. Sí dijo que no compartía que no se hospitalizaran los casos más graves, siempre bajo criterio clínico y que durante la fase más grave de la pandemia, a mediados de abril, «estuvimos a un 71 % de camas críticas, nunca se dio saturación» en los hospitales. Y remarcó que «se trasladó a los departamentos de salud que el objetivo era cuidar de los mayores». Barceló se refugió en que «muchas personas mayores tenían patologías que dificultaban la evolución de la enfermedad y eso hacía que tuvieran un desenlace fatal».
José María Toro, el presidente de la patronal de los geriátricos valencianos, Aerte, aseguró que las residencias disponían de un protocolo de asistencia hospitalaria que recogía cuándo había que enviar a un enfermo al hospital, pero «hubo momentos en los cuales, por saturación del sistema, entendemos, los hospitales no fueron capaces de dar respuesta a las necesidades sanitarias» y «hubo residentes que acabaron falleciendo en el mismo centro por no haber podido recibir esa atención».
«Había un protocolo que tenían establecido para no enviar a los mayores de 75 años al hospital. Se quedaban en la residencia, los sedaban y morían. Esa es la verdad», defendió Francisco Nemesio, secretario y portavoz del patronato de la residencia Santa Elena de Torrent.
La presidenta de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Sacramento Pinazo, en un informe puso de manifiesto que «las medidas preventivas ante el coronavirus han sido tímidas, insuficientes y han llegado con retraso o demasiado tarde». También destacó que el impacto hubiera sido menor «si hubiera habido mayor coordinación sociosanitaria y si las residencias hubieran estado mejor dotadas» y destacó que faltaron «medios, directrices, claridad y protocolos» de actuación.
Reflejo social
La evolución de los contagios en las residencias son sino un reflejo de lo que sucede en la sociedad. Si la incidencia acumulada en una determinada población es alta, los contagios en las residencias de la localidad también serán altos, aunque en esta segunda ola los números de las residencias están siendo más moderados que en el resto de la sociedad valenciana. En tanto en cuanto en las residencias siempre hay un flujo de personas, no se pueden blindar. Sí que es cierto que los aumentos de casos son menores en los geriátricos que en el conjunto de la sociedad. La patronal Aerte ha defendido que los casos en las residencias han aumentado menos que en la sociedad en general.
Investigaciones
Hasta 20 procedimientos abiertos
La Fiscalía de lo Civil, que llegó a tener abiertas 20 investigaciones preprocesales, no consideró este proceder motivo para abrir una causa. Ana Lanuza dijo que los mayores de los geriátricos ahora se encuentran bien atendidos y se les hospitaliza si es necesario.
En noviembre y diciembre se han disparados los contagios en los geriátricos hasta el punto de que representan cuatro de cada 10. Desde el principio de la pandemia suman 4.975 residentes infectados, 2.306 empleados positivos y 846 residentes finados. Especial incidencia tuvo en el centro DomusVi de Alcoy con 73 fallecidos. Los familiares preparan una denuncia.
A pesar de que los positivos de los residentes no llegan a un 4 % de los más de 136.000 valencianos contagiados desde el inicio de la pandemia, los 846 fallecidos son un 30,3% de las 2.792 personas que oficialmente han fallecido.
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