El paso del tornado sigue estando presente en las calles de Alginet

La DANA del pasado 29 de octubre no sólo dejó registros de lluvia históricos en la provincia de Valencia causando la peor tragedia en España si no que también vino acompañada de un tornado que recorrió varios municipios de la Ribera Alta durante la tarde.

Alginet fue el municipio más afectado por la devastación de esta fuerza natural que llegó a 136 kilómetros por hora y dos semanas después siguen siendo visibles sus efectos.

El huracán arrasó la zona centro de esta localidad afectando a la calle Mayor, la plaza de la Constitución, de l'Ajuntament y la Avinguda Poble Nou. En estas vías son muchas las viviendas que están señalizadas con vallas y el cordón policial ya que tienen elementos de sus fachadas en mal estado y sueltos. También la iglesia que perdió parte de las tejas de su cubierta.

«Duró menos de cinco minutos pero daba mucho miedo. Había mucho aire como blanco y todo empezó a volar, planchas metálicas, tejas, antenas. Yo intentaba sujetar la puerta porque parecía que alguien estuviera empujando desde fuera», recuerda María, una vecina de la calle Mayor.

Los daños en su vivienda, por suerte, no han sido importantes pero tiene clavada en su mente la imagen de su calle tras el paso del tornado, una vía principal llena de escombros y enseres llegados de diferentes puntos.

Peor paradas han quedado las casas de otros vecinos. En un horno cercano, el viento movió uno de los muros de la parte superior además de romper ventanales, cristales y todas las persianas del edificio.

Este huracán que sorprendió a Alginet en la tarde del fatídico martes se ha cebado especialmente con algunas instalaciones públicas, sobre todo, el colegio Blasco Ibáñez y el polideportivo. La piscina cubierta ha desaparecido, la estructura es un amasijo de hierros, también se han caído varias paredes del pabellón y se tiene que valorar el estado de la estructura general. Una de las pistas de pádel está destrozada y todo el arbolado ha salido por los aires.

«Todavía no hemos podido calcular los daños en el polideportivo pero son muy cuantiosos, también en el colegio que ascienden a 700.000 euros. Los alumnos van a ser reubicados en otros centros hasta que Educación tome medidas», ha comentado la alcaldesa de Alginet, Elia Ferrer.

En el casco urbano los daños en la vía pública afectan principalmente al arbolado. En la calle Mayor no ha resistido ninguno de los árboles que fueron arrancados de cuajo, mientras que en otras calles adyacentes, vegetación más joven y débil ha quedado intacta. «El tornado hizo un recorrido extraño, arrasó algunas calles y otras muy cercanas están bien», comenta Ferrer.

Muchos de los desperfectos son en viviendas privadas que tratan de recuperarse cuanto antes ya que incluso un edificio de cuatro pisos perdió toda las placas de revestimiento y parte de un muro. «Desde el Ayuntamiento se está facilitando el procedimiento administrativo para estas actuaciones y no se está cobrando la licencia de obras y agilizando los trámites», añade la alcaldesa de Alginet.

Y es que todavía se pueden ver tuberías arrancadas en algunas de las fachadas. María Jesús, que vive en la avenida Poble Nou, comenta que en su casa se dobló la antena y vio pasar por delante de la ventana multitud de objetos volando por la fuerza del aire. Por suerte, no se han tenido que lamentar daños personales tras este episodio que ha conmocionado a esta localidad. Además, del tornado, Alginet también ha sufrido desperfectos en parte de su término rural por las fuertes lluvias que tratan de rehacerse, como en los barrancos donde se ha pasado informes a la Confederación Hidrográfica del Júcar para que los repare y no surjan nuevos problemas en un próximo temporal.

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