Los pediatras valencianos detectan un repunte de escarlatina y «más psicosis» por las apendicitis
Sanidad ·
La carestía de antibióticos como la amoxicilina dificulta el tratamiento de la dolencia, que provoca un fuerte dolor de garganta, fiebre, erupción cutánea y enrojecimiento de la lengua
La escarlatina, aunque pueda parecer una enfermedad del siglo XIX, es una dolencia relativamente habitual, aunque los pediatras valencianos llevan un par de meses detectando un importante repunte entre la población infantil de la Comunitat, con más casos que en los años de la pandemia e incluso con una incidencia ligeramente por encima de los ejercicios previos a la irrupción del Covid. Así lo atestiguan tanto Luis Blesa, presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP), como Fernando García-Sala, presidente de la Fundación Prandi de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap).
El fin de las medidas de precaución instauradas por el coronavirus, esa reducción de la inmunidad colectiva propiciada precisamente por esa protección, especialmente entre los más pequeños, y la realización de pruebas cada vez más habituales y precisas son algunos de los factores que explican este crecimiento de una dolencia originada por estreptococos del grupo A, y que provoca un fuerte dolor de garganta, fiebre, erupciones cutáneas de color escarlata (de ahí su nombre) y enrojecimiento de la lengua.
Al respecto, Blesa señala que se ha producido un incremento de casos del citado estreptococo, una bacteria que en más del 10% de los enfermos genera una toxica que es la causante de la escarlatina. «No es grave, hemos tenido siempre, todos los años entre el 15 y el 25% de las anginas son producidas por este estreptococo», aclara, mientras agrega que con tratamiento antibiótico se cura en unos cuatro o cinco días, pero sí que «llama la atención» de que se estén detectando más casos.
«La sensación es que desde hace dos o tres meses hay mucho más estreptococo, incluso más que antes de la pandemia, pero no es una enfermedad de declaración obligatoria, no tenemos constancia de que el Ministerio de Sanidad haya emitido ninguna alerta. Es una sensación de toda la pediatría, de que hay mucho más estreptococo que en los últimos tres años y que incluso antes que la pandemia. Escarlatina está habiendo más, aunque en principio sin gravedad. La posibilidad de que haya alguna infección invasiva es rara y excepcional», matiza este especialista.
Sin embargo, este repunte viene acompañado de la actual carestía de antibióticos como la amoxicilina en determinados formatos, lo que dificulta la prescripción de los tratamientos. «El que más gastamos es la amoxicilina y (el déficit) nos complica la vida. Si no la tienes te obligan a gastar otros antibióticos», lamenta.
En esta línea se muestra también García-Sala. «Hemos notado un aumento, sobre todo en enero y febrero, de escarlatina producida por estreptococo grupo A, que es una bacteria que tiene predilección por las amígdalas. Y esa bacteria puede producir una amigdalitis con placas de pus en la garganta y en otros casos puede ocasionar la escarlatina, que es una enfermedad bacteriana y genera dolor fuerte de garganta, fiebre, erupción por el cuerpo, lengua enrojecida... Todos los años la vemos, es muy habitual en la guarderías. Antibiótico diez días y se soluciona sin problema. Lo diagnosticamos de forma rápida mediante frotis en la garganta, con un test parecido al del Covid, y si es positivo, penicilina o derivado. A las 24 horas de haber iniciado el tratamiento deja de contagiar, así evitamos que se pueda transmitir».
Este especialista recuerda que después de las Navidades comenzó el repunte de casos, sobre todo en niños de tres a cinco años, «aunque se puede ver también en adultos, pero en niños es más escandaloso».
«Estamos viendo más casos que en los meses de pandemia, y este año más incluso que antes de la pandemia, pero también influye que en la actualidad se diagnostican por el test rápido, puesto que no es fácil diagnosticarlo. Con el Covid hemos aprendido mucho de la cultura de hacer estos test rápidos».
García-Sala también subraya el problema actual: «Es brutal la carencia de amoxicilina, como con la azitromicina, los dos antibióticos que más se usan. Hay verdaderos problemas para conseguirlos, sobre todo en formato de solución oral, en pastillas y sobres en dosificación mayor sí hay, por lo que hay que hacer las diluciones oportunas. Por ejemplo, si tengo que dar 250 miligramos, pues compro un sobre de 500, lo disuelvo en agua y le doy la mitad. Son medidas para darles las dosis correctas, pero nos preocupa porque está habiendo problemas a nivel nacional, no sólo en la Comunitat».
Temor por la peritonitis
Otra novedad que está llegando a las consultas de los pediatras es la preocupación de los padres ante posibles casos de apendicitis a raíz del fallecimiento de una niña de 12 años de Jérica por una peritonitis al no detectársele a tiempo la citada dolencia.
Blesa, al respecto, señala que no se están dando más casos de apendicitis, pero sí parece que hay una especie de psicosis colectiva entre los progenitores, que preguntan mucho más por la dolencia y acuden más a las consultas por cuadros de dolor de estómago y vómitos de sus hijos, dolencias leves que en la mayor parte de los casos están originadas por virus intestinales, cuya incidencia también está aumentando, como avanzó LAS PROVINCIAS. «Se están haciendo más ecografías en urgencias, y más consultas a cirugía porque hay un poco de psicosis por los dolores de tripa», agrega.
Asimismo, García-Sala añade que siempre que se da un caso como este tan mediático se genera un estado de nerviosismo entre la población, pero ni mucho menos ocurren desgracias de este tipo a diario. «Dentro de las miles de asistencias que se hacen funcionan todas muy bien, están habiendo más cuadros de dolor abdominal y vómitos, por la gripe B también dolor abdominal y vómitos y diarrea, en ese contexto hace que los padres se asusten y, después de esto, le dan importancia, pero no debería haber pasado, es algo puntual. Los padres suelen conocer a su pediatra, hay una relación importante, aunque en urgencias puede haber más desconfianza…», apunta.
El Gobierno no ha observado un «aumento significativo» de casos de estreptococo tipo A desde la pandemia
El Gobierno no ha observado por el momento un «aumento significativo» de los casos de infección por 'Streptococcus pyogenes', estreptococo tipo A, en comparación con las temporadas anteriores a la pandemia de Covid-19.
«Datos facilitados por comunidades autónomas como Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Navarra, Cataluña o País Vasco, no muestran un aumento significativo de casos de infección invasiva por 'Streptococcus pyogenes' con respecto a temporadas anteriores al periodo pandémico», ha señalado el Ejecutivo en una respuesta fechada a 15 de febrero tras una pregunta de VOX en el Congreso.
En diciembre, varias comunidades autónomas como Madrid o Andalucía notificaron más de una veintena de casos de estreptococo tipo A, con dos niños fallecidos. La alarma en España se produjo semanas después de que Reino Unido publicara un informe en el que comunicó un notable aumento comparado con años anteriores.
En cualquier caso, desde la Consejería de Sanidad de Madrid aseguraron, en línea con la respuesta del Gobierno, que no se había detectado hasta el momento una variación significativa en la región en cuanto a la frecuencia y severidad de esta enfermedad respecto a años previos a la pandemia, tras un estudio realizado por la Dirección General de Salud Pública revisando los ingresos hospitalarios y fallecimientos por esta causa desde el año 2003 hasta la actualidad.
Según el Gobierno central, la mayoría de las notificaciones que se han producido a nivel nacional «tienen relación con síndromes del shock tóxico, sepsis estreptocócicas y cuadros de neumonías».
En la actualidad, las infecciones invasivas por 'Streptococcus pyogenes' no se encuentran entre las enfermedades de declaración obligatorias incluidas en el seguimiento dentro de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
No obstante, el Gobierno ha asegurado que desde el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) de la Dirección General de Salud Pública (DGSP) se ha informado a las comunidades autónomas de la situación, a través de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta.
A su vez, se ha solicitado a estos organismos la «notificación retrospectiva y prospectiva» de los casos de estreptococo tipo A, con el objetivo de «evaluar de manera óptima la situación en España».
En este sentido, el Ejecutivo ha detallado que «se está en contacto para recabar información de los posibles casos detectados en las últimas semanas y monitorizar la situación durante las siguientes semanas».
La enfermedad invasiva por estreptococo A es una de las formas más graves producidas por esta bacteria, patógeno que con frecuencia produce una gran variedad de procesos infecciosos, desde la faringitis, la amigdalitis, la escarlatina, e incluso infecciones invasivas y graves como la fascitis necrotizante o el shock séptico.
La enfermedad se disemina por gotitas respiratorias, el contacto con las mucosas oral o nasal con secreciones respiratorias infecciosas o con exudados de lesiones cutáneas. La infección es transmisible hasta 24 horas después de haber completado el tratamiento antibiótico.
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