Las peñas de bous al carrer alertan de la suspensión de festejos si se mantiene la obligatoriedad del veterinario que impuso el Botánico

Tanto Julio Fran, presidente de la Associació, como German Zaragoza, presidente de la Federación de Peñas, han publicado un vídeo en la que aparecen ambos cargando contra la obligatoriedad del veterinario en estos festejos. Zaragoza ha advertido que somos la comunidad que más festejos celebra (8.000) «porque no tenemos veterinarios» y esta obligación puede provocar una caída en el número de celebraciones.

La situación ha llegado a tal extremo que Julio Fran ha llegado a afirmar que con el Botánico vivían mejor. Fran ha señalado que «a día de hoy están mandando los dos partidos que hacen bandera de bous al carrer y de momento estamos peor que con el PSPV y Compromís, dejando ideologías políticas aparte. Hemos estado ocho años sin problemas y ahora los tenemos todos».

El problema estriba en el hecho de que se ven obligados a la contratación de un veterinario con el objetivo de que verifique la buena salud de los animales que llegan para participar en alguno de los festejos. Otra de las quejas es que en el caso de los toros cerriles, los que se destinan al matadero, es que se les exige la documentación actualizada que certifique el estado de la res que va a ser sacrificada para después ser consumida.

Así, las peñas pretenden que sean los profesionales de la Oficina Comarcal de la Conselleria de Agricultura (Ocapa) los que certifiquen el buen estado de la res los viernes ante los festejos que se van a celebrar el fin de semana siguiente. Pero los veterinarios no están por la labor de forma, que como Zaragoza denuncia en el vídeo, en la provincia de Castellón no queda ninguna Ocapa que firme las guías para el matadero. Estos técnicos argumentan que no quieren dar el visto bueno porque no tienen constancia de las condiciones de salud del animal o de si es el que dice la guía.

El problema, según señala Zaragoza en el vídeo, es que si el veterinario no certifica el viernes que el animal está en buenas condiciones, los peñistas que organizan la fiesta tendrán que contratar a un profesional. Ante este hecho hay dos problemas. Por un lado, el coste que supone para los organizadores, ya que «pueden cobrar lo que quieran» y, por otro, como apuntaba Julio Fran en el vídeo, se pueden encontrar con el hecho de que haya veterinarios antitaurinos que abran continuos «expedientes antifestejos».