«Hay personas que tenían billetes de avión para el sábado y que se han quedado atrapadas en Ucrania»

Las distintas asociaciones que reúnen a ciudadanos rusos, ucranianos y, en general, de todos los países eslavos en la Comunitat Valenciana, han comenzado ya a movilizarse para mostrar su repulsa a la guerra que a primera hora de este jueves ha estallado entre Rusia y Ucrania después de que Vladímir Putin diera la orden de iniciar los bombardeos.

En la ciudad de Alicante, una de las organizaciones que ha convocado una concentración de protesta para el próximo sábado es la Asociación de Amigos de Ucrania. La manifestación, que tendrá lugar a las 15:00 horas en la plaza de La Montanyeta, servirá, como explica su presidenta, Anna Shkalenko, para «pedir a Rusia que nos deje en paz».

Como explica su máxima responsable, en la agrupación alicantina siempre han convivido sin problema «miembros rusos y ucranianos. Siempre hemos tenido una muy buena relación entre nosotros» y, precisamente por eso y porque «todos deseamos la paz», no tiene duda de que en la concentración del próximo sábado «van a participar también rusos y españoles».

Una manifestación que confía que sea multitudinaria y para la que trabajan incansablemente ya que «ya no tenemos ni banderas porque ya no se pueden comprar y por eso las estamos cosiendo».

Mientras habla con LAS PROVINCIAS, Shkalenko sigue muy de cerca las noticias que llegan desde su país natal. Allí, las tropas rusas cercan Kiev, la capital, que parece que no tardará muchas más horas en caer en sus manos. Con un profundo poso de preocupación en la voz, afirma que «no puedo decir que estemos bien. Estamos haciendo lo que podemos para ayudar a la gente que está aquí para tratar de obtener información de familiares y amigos que siguen en Ucrania».

Según afirma Anna Shkalenko, «todos los miembros de la asociación tenemos familiares y amigos en Ucrania». El inicio de los bombardeos en la mañana del jueves ha provocado que «algunas personas que tenían billetes de avión para este sábado, finalmente se han quedado atrapadas sin poder salir».

Aunque «los hombres de entre 18 y 60 años no pueden salir de Ucrania», el resto de la población trata de huir de su país y de la guerra. Anna Shkalenko explica que «sabemos que hay colas de más de diez kilómetros en dos puntos de la frontera con Polonia. Allí se puede salir porque ya no se pide el pasaporte ni el certificado Covid, pero las cosas van muy lentas porque hay muchísima gente».

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