La pesadilla de convivir con un okupa: daños en la finca, venta de droga, amenazas y vecinos bajo medicación

Si en ocasiones ya resulta complicada la convivencia con los vecinos, imaginen la pesadilla en la que se convierte cuando un okupa aterriza en la misma finca. Bueno, en este caso, más que imaginarlo, se puede escuchar en el audio que acompaña esta información. Son los improperios de primera categoría que recibe uno de los vecinos del inmueble, en la plaza Río Segura de Forn d'Alcedo, una pedanía de Valencia.

Esta situación se prolonga ya durante cinco años en los que la comunidad ha sido escenario de agresiones y otros incidentes derivados de la actitud incívica de una pareja que reside de manera ilegal en un inmueble, según un informe de la comunidad de propietarios. La desprotección ya ha sido comunicada a los titulares del piso para que procedan al lanzamiento de sus sorprendentes inquilinos. Pero no se ha materializado hasta la fecha porque, al parecer, el piso es propiedad de una promotora y no de un particular. El estrés y el temor han llegado hasta tal nivel que hay residentes que viven medicados, según certifica el dosier de la comunidad.

La ristra de quejas da casi para escribir una novelita. De terror, claro. Daños en las puertas, denuncias de venta de drogas con el constante ajetreo de personas, rotura de la puerta de la terraza, heces y micciones en la entrada al zaguán, lanzamiento de basura por el balcón de la vivienda señalada... No se detiene ahí el listado de lamentos de los residentes.

Los inquilinos se encuentran enganchados de manera ilegal a la luz y llegaron a amenazar a un técnico de Iberdrola que acudió al lugar para poner fin a este fraude de fluido eléctrico. Llegaron incluso a ocupar la vivienda de otro residente que tuvo que abandonar el piso durante un mes, según el dosier de agravios que ha elaborado la citada comunidad de vecinos. Tenía miedo de regresar a su vivienda hasta que no se fueran.

La violencia ha ido in crescendo. Hace unas semanas se vivió uno de los episodios más comprometedores. Un vecino fue agredido por el supuesto okupa que intentó incluso golpearle con un extintor que cogió de la finca. La víctima, que es policía, se vio obligado a sacar el arma ante la amenaza del inquilino que llevaba un objeto que pudiera ser un arma, con la intención de disuadir al agresor. «Te voy a matar a ti y a tus dos perros. Voy a volar tu casa. Tengo un amigo al que voy a llamar para que os dé una paliza de muerte«, le amenazó en el final de esta trifulca.

El policía, que convive con su pareja, ha denunciado los hechos y ha pedido una orden de alejamiento de su vecino porque da plena credibilidad a las amenazas vertidas por el residente. Sin embargo, el juzgado de Instruccción 2 de Valencia rechazó la medida cautelar. El juez considera que no existe riesgo para el denunciante pese a que ya ha presentado un parte de lesiones. La víctima busca ahora amparo en la Audiencia porque el juzgado no tuvo en cuenta el parte de lesiones a la hora de adoptar su decisión. Además, añaden que la orden de alejamiento no le causa ningún perjuicio porque no se trata de la vivienda legal del ahora denunciado. Los vecinos viven pendientes de esa decisión del tribunal, en busca de un poco de oxígeno para sus vidas.