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DANIEL GUINDO
Sábado, 21 de septiembre 2019, 00:51
valencia. La apuesta de la Conselleria de Sanidad por incrementar las operaciones fuera del horario habitual en los hospitales públicos -en detrimento de las derivaciones a clínicas privadas- no está consiguiendo atajar las listas de espera quirúrgicas, que en el último año han aumentado en cerca de 5.000 pacientes, hasta superar los 66.000.
En concreto, los quirófanos de los hospitales públicos valencianos realizan unas 380.000 operaciones al año, una cantidad que, a tenor de las demoras actuales, resulta insuficiente para atender la creciente demanda. Para tratar de contener, y en la medida de lo posible reducir, las demoras, la Conselleria de Sanidad viene impulsando varias medidas durante los últimos años con distintos resultados.
En la etapa del PP al frente del Ejecutivo valenciano, al menos entre 2006 y 2011, se derivaron al ámbito privado unas 30.000 operaciones al año, en el marco del plan de choque, mientras que la apuesta del Botànic ha sido la de impulsar los conocidos como autoconciertos (incentivar económicamente al personal sanitario para que lleve a cabo operaciones fuera del horario habitual). Así, el Ejecutivo conformado por PSPV y Compromís (y en esta legislatura con la incorporación de Podemos) ha duplicado, hasta superar las 20.000 al año, la cantidad de operaciones que se realizan bajo esta fórmula y, pese a ello, el problema de las listas de espera sigue siendo uno de los que más preocupan a los responsables del departamento.
Frente a ello, desde Micer Mascó se ha reducido la cantidad de pacientes remitidos a hospitales privados para agilizar su intervención hasta los poco más de 10.000 al año. Parte de estas operaciones (especialmente las de cataratas) se han derivado a Fisabio-Oftalmología Médica, que tiene firmada una encomienda de gestión asistencial con la conselleria que permite que los pacientes de la red pública puedan ser derivados mediante una propuesta de su médico especialista.
Así las cosas, al menos en los dos últimos años y tras el desplome de intervenciones adicionales registrado en 2012 y 2013 por los recortes económicos, el número de operaciones adicionales sigue rondando las 40.000 al año, pero el número de pacientes en lista de espera no se reduce e, incluso, llega a aumentar en algunos periodos. El pasado mes de marzo, por ejemplo, se rozaron los 70.000, la cifra más elevada de toda la legislatura. Las demoras también fluctúan, pero vienen rondando, de media, los cuatro meses.
Por tanto, la decisión de reducir la derivación a hospitales privados (abanderada por la anterior consellera, Carmen Montón, y justificada en la defensa de la sanidad pública) y de destinar más esfuerzos al autoconcierto no está logrando reducir la problemática.
Desde el departamento recuerdan que los recursos son limitados, especialmente por la falta de una financiación estatal adecuada, y que, cualitativamente, los planes de autoconcierto requieren una inversión inferior que la derivación a clínicas privadas, de ahí que con un menor coste se mantiene la cantidad de operaciones adicionales.
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