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El ministro de Agricultura, Luis Planas, inició este jueves una visita oficial a la Comunitat Valenciana que se prolongará hasta este viernes. Y lo ha ... hecho asegurando a los regantes que dispondrán de su suficiente agua para sus riegos. En este sentido, quiso transmitir un «mensaje de compromiso, tranquilidad y garantía».
Planas, que mantuvo un encuentro con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se refirió indirectamente al recorte del trasvase Tajo-Segura aprobado el martes por el Consejo de Ministros y que supondrá la llegada de 110 hectómetros de agua menos a la Comunitat. Aún así el titular de agricultura se mostró convencido de que se nutrirán todas las necesidades de los regantes.
Afirmó «alto y claro» que el Gobierno de España «garantiza a los regantes que puedan continuar haciéndolo en el futuro a pesar de las circunstancias y del cambio climático al que estamos enfrentándonos», que ha provocado que desde el año 80 del pasado siglo se haya reducido un 12% la pluviometría del país, que puede llegar a disminuir un 15% en 2050.
Planas quiso explicitar el apoyo del ministerio al regadío al que siempre el Gobierno ha considerado «la joya de la corona de la producción» y recalcó su capacidad de generación de empleo y riqueza. Los puntos clave de la estrategia del Gobierno pasa por apoyar la desalación, la modernización de regadíos y la depuración del agua.
El ministro Planas justificó el hachazo al trasvase en «algunas decisiones legales» tanto del Tribunal Supremo como de la Unión Europea han «obligado» al Gobierno a «tomar decisiones». Añadió que un contexto en el que hay «menor disponibilidad» de aguas superficiales y subterráneas, «es la obligación de cualquier gobierno responsable, si queremos dotar de las masas de aguas necesarias para el riego, ampliar la capacidad de uso de las aguas no convencionales».
El titular de la cartera de Agricultura recordó las inversiones que tiene previsto el Gobierno para hacer frente a estas necesidades. En este sentido, apuntó la cifra de 22.000 millones de euros en inversiones de las administraciones en las cuencas hidrográficas hasta el año 2027 de los que la mitad corresponden al Ejecutivo central.
Recalcó que el Gobierno no actúa con palabras sino con hechos. y señaló que entre 2014 y 2018 a través del Tajo-Segura se trasvasaron 829 hectómetros cúbicos de agua mientras que entre 2018-2022 (ya con gobiernos de Sánchez) la cantidad aumentó hasta los 1.229 hectómetros.
Por su lado, el presidente Puig señaló que la subvención al agua desalada costará unos 3 o 4 millones anuales y pidió que se deje de hacer política con el agua. Nosotros no estamos ni en banderías ni nacionalismos baratos que no van a ningún sitio, queremos garantizar el regadío«, aseguró.
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