«No podemos venir al parque porque está lleno de ratas»

El motivo es el miedo a que una de las ratas muerda a sus hijos, como ha indicado Raúl Bataller, un vecino de la calle Dels Furs, vía que mira directamente a esta zona verde de Gandia. «El parque está lleno de ratas y en estos años han crecido de forma exponencial, tanto en número como en tamaño, hay que gente que no sale por esta zona verde ni a pasear el perro», ha precisado el joven.

Es el caso de Begoña Sepúlveda de 53 años. También vive en la calle Dels Furs y dice estar «verdaderamente asustada». «Hace unas semanas iba paseando con mi perro por un paseo peatonal que hay entre dos franjas verdes y cayó una rata a mi lado, no me dio en la cabeza de milagro. Pensaba que era un pájaro grande que había caído muerto, pero cuando la vi era una rata de grandes dimensiones».

Sepúlveda ha reconocido que tiene pavor a estos roedores y que ya no sale sola por esta zona verde de Gandia. El parque Joan Fuster está en el distrito de Corea, uno de los más poblados de Gandia y es una zona rectangular que discurre en paralelo a una de las avenidas con más circulación de Gandia: Blasco Ibáñez. También frente a este parque, además de bloques de viviendas y unifamiliares hay infraestructuras públicas como el colegio Botànic Cavanilles, la Escuela Oficial de Idiomas o la Casa Cuartel de la Guardia Civil.

Bataller, por su parte, sí que sale al parque en ocasiones, pero ya sólo a pasear al perro. «Hace unas semanas estaba aquí con mi hija, de un año y medio, y las ratas bajaban de un árbol, cruzaban un tramo de parque y subían a otro», ha relatado.

Ante esta situación ha optado por no llevar a su hija a la zona de juegos de la zona verde: «Tengo miedo de que una rata le muerda y le transmita alguna enfermedad. Esto es un gran problema y el Ayuntamiento de Gandia tiene que hacer algo».

Ha precisado que son muchos los vecinos que hay en el entorno de Joan Fuster, tanto en los edificios de la calle Dels Furs, como en toda la urbanización que hay al lado o todos los edificios que hay enfrente, en las calle como Perú o Benissuai.

Bataller ha explicado que este problema ha crecido con los años: «Hace cuatro o cinco años veíamos algún ratón pequeños de forma ocasional, algo que puede llegar a ser normal, pero ahora son ratas del tamaño de un conejo, sólo se distinguen por la cola».

Este vecino que reside en la zona con su familia, exige medidas para acabar con esta plaga: «No podemos hacer uso de un parque que está al lado de nuestras casas, pero sobre todo, no podemos venir a la zona de juegos infantiles».

Esto es debido a que las ratas están en los árboles y bajan de uno para trepar a otro. «Por las noches, desde nuestras ventanas o cuando paseamos por la zona peatonal vemos decenas de ratas en cada árbol, por que los ojos les brillan. Ahora en otoño, que se caerán las hojas, se verán con más facilidad». Ha finalizado explicando que hace unos meses sólo se las veía por la noche, pero ahora ya salen por el parque durante todo el día: «Como lo atestiguan los vídeos que hemos grabado».