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Un bote que contiene un gramo del preparado en polvo. LP
La moda de esnifar polvo de cafeína también irrumpe en Valencia

La moda de esnifar polvo de cafeína también irrumpe en Valencia

Los expertos critican el «agresivo» marketing que rodea a esta sustancia, que además contiene taurina, y que ha sido prohibida en Francia | El producto se vende en al menos cuatro estancos de la provincia

Domingo, 22 de septiembre 2024, 01:07

Nuevo estimulante en el punto de mira. Algunos consumidores lo califican de una forma sorprendente teniendo en cuenta de que se trata de un producto legal. «Es el sucedáneo de la cocaína», llegan a decir. Más allá del efervescente mercado online, hay al menos cuatro tiendas de Valencia (dos de ellos en Benimaclet y Ruzafa y hay dos más en Sagunto y Puerto de Sagunto) en las que se puede adquirir en persona y sin ningún tipo de trabas este energizante, que trata de abrirse paso a pesar de las voces de alarma que ya suenan. Cafeína y taurina en polvo blanco para esnifar. En Francia fue prohibido a finales del pasado mes de julio. Ahora se abre en España el debate sobre una sustancia que se presenta de una manera sibilina: «Te patea la nariz. Tubería llena. Y eso es realmente muy bueno. Confía en nosotros».

Un hombre entra en uno de los estancos de Valencia donde se puede adquirir la cafeína para esnifar y muestra interés. Se encuentra en un estante detrás del mostrador. «Yo no lo he probado todavía, pero la gente viene y lo compra. Échale un vistazo a la descripción si quieres», comenta con gentileza el dependiente mientras le facilita una cajita de un gramo. Detrás, a pocos pasos, hay un cliente que está prestando atención a la conversación y decide intervenir con espontaneidad. «Ah... ¡El sucedáneo de la coca! Yo lo probé», asegura. Ese juego de confusión es, precisamente, lo que ha llevado a las autoridades de Francia a tomar la decisión de sacar este preparado en polvo del mercado.

«Vienen unas dosis recomendadas al día. Te recomiendan un uso que es bastante difícil de controlar. E induce a normalizar el consumo por la nariz, y eso no es lo más educativo. El uso es muy similar al de la cocaína. Se puede asociar a un consumo de droga e incluso sustituirlo», advierte Pau Bernad, secretario general de FACUA Comunidad Valenciana.

En España, hay dos firmas que comercializan de forma online este combinado basado en la cafeína y la taurina en polvo, aunque cuenta con otros ingredientes y diferentes aromas. Fijan como dosis máxima diaria uno o dos gramos, según la marca. «Recomendamos la pizca del tamaño de un guisante para el subidón intermedio corto y una línea del largo de un fósforo para el efecto boom completo», indican. Más trivializaciones. Lo elaboran en Austria.

A la hora de publicitar los efectos, las insinuaciones se repiten: «Tu pick-me-up para largas noches de fiesta y viajes en coche. Tu salvador para los turnos de noche, los deadlines y las dificultades de concentración. Tu turbo para actividades deportivas o cuando quieras encenderte». Hablan de su utilidad para la práctica deportiva, los estudios, el trabajo y la fiesta.

«Tú decides cuándo termina la fiesta», «Ahora llamas a 7 series de 19 repeticiones un calentamiento», «¿Qué puedes hacer en 8 horas? Manténgase enfocado incluso si todavía queda más trabajo que día»… Estas son algunas de las frases promocionales empleadas en las páginas webs de estos preparados.

«Usan una estrategia de marketing agresiva en el sentido de apelar constantemente a unos supuestos efectos beneficiosos de los cuales tampoco tenemos muchas evidencias. Y esa comparación velada y otras no tanta con el consumo de drogas ilegales es un poco desafortunada», destaca Claudio Vidal, director estatal del programa Energy Control de la Asociación Bienestar y Desarrollo.

Este psicólogo especializado en consumo recreativo de drogas incide en las lagunas sobre las pautas de consumo: «No tenemos evidencias de que esa sea la dosis en la que la balanza entre beneficio y riesgo sea equilibrada. No tenemos información de cuáles son los efectos que pueda tener en el organismo al tomarlo por vía esnifada, ni siquiera tenemos evidencias de que sea un método efectivo para producir un efecto, y tampoco se habla abierta y claramente de cuáles pueden ser los potenciales riesgos». Pau Bernad lanza una cuestión: «Te pone una dosis. Pero si pesas 50 kilos en vez de 80, entiendo que te afectará mucho más. Entiendo que variará en función del peso corporal de la persona».

Vidal, al mismo tiempo, lamenta la opacidad sobre las proporciones en la composición: «No te dice lo que lleva exactamente una dosis estándar. Sabemos lo que ellos declaran, pero no sabemos dentro del bote cuál es la cantidad de cafeína real».

La polémica estalló en Francia el pasado mes de mayo. Bajo la marca 'Sniffy', los ciudadanos galos podían adquirirlo de manera legal tanto en estancos como por Internet. Frédéric Valletoux, ministro de Sanidad, puso el grito en el cielo y dio la voz de alarma ante la Comisión Europea: «Es indignante ver este tipo de productos ofrecidos a los jóvenes. Ver a quienes, bajo el pretexto de un discurso inofensivo, intentan atraer a los jóvenes al tabaco, al consumo de drogas y a las adicciones». Se comprometió públicamente a prohibirlo en su país. Y la taxativa medida entró en vigor a finales de julio, con la publicación del decreto en el diario oficial. El producto fue retirado.

En España, FACUA-Consumidores en Acción ya se ha dirigido al Ministerio de Sanidad para reclamarle que trabaje por la regulación del acceso de los menores de edad a los productos con elevadas cantidades de cafeína. Hace referencia a las bebidas energéticas, aunque incide en el controvertido preparado en polvo: «Se trata de un caso especialmente grave, no sólo por el alto contenido en cafeína cuyo abuso puede provocar serios problemas de salud, sino porque imita en su forma de consumirlo a la de ciertas drogas ilegales como la cocaína. El exceso de esta sustancia puede conllevar problemas de salud, en ocasiones de gravedad e incluso irreversibles».

Cabe destacar que las dos marcas del compuesto en polvo comercializadas de forma online en España desaconsejan el consumo por parte de menores. «No apto para niños, mujeres embarazadas o lactantes. ¡Atención, mayor contenido de cafeína! Recomendado para mayores de 18 años», apunta la página web de WP Energy. En la otra, con tono jocoso y provocador, se lanza un mensaje similar: «Debido al alto contenido de cafeína, Wildkraut no es adecuado para mujeres embarazadas y lactantes, niños y adolescentes. Las personas sensibles a la cafeína también deben mantener las manos y la nariz alejadas de Wildkraut. Y no importa lo bien que te sepa nuestro Energy Sniff, dale un respiro a tu nariz».

Esta forma de frivolizar con el uso de un producto que evoca a la cocaína genera inquietud. «Hay que advertir de los posibles perjuicios que puede tener el consumo de este tipo de sustancias. Es totalmente accesible y puede haber abusos. En España cuando se vende algo tiene que pasar unos controles y tiene que ser aprobado. Si está comercializado, es que cumple con las cantidades y fórmulas que no sobrepasan los márgenes legales«, comenta Pau Bernad, quien exige una mayor regulación: «Los jóvenes no deberían tomar este tipo de productos. Ni este ni las bebidas energéticas. Pueden alterar el comportamiento en gran medida. Habría que proteger a los colectivos más vulnerables porque no es un producto saludable».

Claudio Vidal apuesta por la prevención: «La cafeína es una sustancia psicoativa. Cuando hay una variación sustancial en la vía de administración, antes de la venta debería haber una adecuada valoración del riesgo. No es lo mismo tomar por la vía oral que por la vía esnifada. Podemos pensar que la vía esnifada produce una mayor disponibilidad de la sustancia en la sangre y por lo tanto el efecto aparecerá antes que por la vía oral. Los efectos pueden ser algo más intensos pero también desaparecen antes». El director estatal del programa Energy Control indica que los efectos adversos pueden resultar «bastante desagradables» y habla de «náuseas, vómitos, dolores de cabeza, taquicardia…». Sin embargo, no se muestra especialmente preocupado: «Ahí lo esperable es que la persona abandone el consumo y no tengamos que ver problemas mayores». El psicólogo no cree que esta sustancia vaya a ganar terreno a las bebidas energizantes entre los jóvenes: «Estas ya llevan a cuestas su propia campaña de marketing, que es muy agresiva en ese sentido. Y tienen sabor, que da ese refuerzo positivo. Luego está la conveniencia. Probablemente tengas muchos más sitios donde comprar y tomar una bebida energética. Veo difícil que pueda haber una sustitución».

Vidal está convencido de que, de momento, existe un consumo aislado: «El uso de cafeína esnifada, más allá del uso involuntario que se hace porque la cafeína es el principal adulterante de otras drogas que se toman por vía esnifada, es una cosa muy restringida y minoritaria».

Ninguno de los numerosos centros de desintoxicación consultados han tratado casos relacionados con la cafeína para esnifar. Consideran que es pronto para que existan consumidores adictos. Lo último en productos energizantes ha pisado un terreno pantanoso.

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