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Vista general de las instalaciones de la empresa sancionada, con las montañas de residuos a pocos metros de los cultivos. DAMIÁN TORRES

El polvorín de Utiel, un riesgo aún en pie

Los camiones todavía deben retirar más de 8.000 toneladas de plástico año y medio después de la intervención de Emergencia Climática

Martes, 4 de agosto 2020

El peligroso 'castillo' de plástico que cualquiera puede divisar en el horizonte cuando pasa por la A-3 junto a Utiel sigue en pie. Sus ilegales 'murallas' se alzan entre almendros y viñedos en forma de balas apiladas de hasta cinco metros de altura. La acumulación de 43.000 toneladas de plástico por parte de la empresa Utiel Recicla ha mermado, pero el peligro persiste. El riesgo tóxico en caso de incendio es evidente. El lentísimo proceso de retirada del material prosigue más de año y medio después de que la Generalitat decidiera su traslado a otros lugares por las presuntas irregularidades medioambientales detectadas en el emplazamiento .

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A consultas de LAS PROVINCIAS, la Conselleria de Emergencia Climática aseguró que todavía están pendientes de retirar 8.700 toneladas de las algo más de 30.000 que el departamento autonómico estimó que habían sido llevadas y almacenadas de manera irregular. Es decir, las tareas para eliminar la gigantesca masa plástica estarían ahora mismo al 70%, según el departamento autonómico. El destino, añaden, «son gestores autorizados de plásticos y de rechazo de estos materiales». Actualmente «sólo queda un operador con retiradas pendientes» de los muchos que fueron conminados a llevarse de allí lo que habían dejado, según la conselleria.

Este diario acudió a la empresa el miércoles para tratar de conocer la versión de la mercantil. Queríamos saber si tenía algo que replicar ante las intervenciones del ayuntamiento, la Guardia Civil o la Generalitat. También si se estaba tomando alguna medida de seguridad adicional más allá de la retirada de los restos. Allí, un hombre que no quiso identificarse dijo, simplemente, que los campos donde estaban algunos plásticos eran suyos y que se le había hecho «mucho daño». Visiblemente enfadado, no accedió en modo alguno a la oportunidad que le brindó el diario para dar a conocer su punto de vista.

El problema de los plásticos de Utiel Recicla también parece ser un asunto tabú para el ayuntamiento del municipio. A pesar de que nos presentamos en el consistorio para conocer cuál es hoy el control municipal sobre la empresa, ni el concejal de Urbanismo, Óscar Latorre, ni el alcalde, Fernando Benlliure, quisieron hacer declaraciones. «Les remitimos a la Conselleria de Medio Ambiente», expuso simplemente una secretaria municipal en un intento evidente por apartar al consistorio de su responsabilidad en el espinoso asunto.

«Si eso se quema, el humo mataría a mis 5.000 lechones»

A los vecinos de Utiel no les preocupa tanto el enredo legal de la planta como el temor a que un mal día, por accidente o acción vandálica, «aquello se pegue fuego». La combustión del plástico es extremadamente nociva para la respiración e incendios similares han acabado con poblaciones evacuadas o confinadas en sus casas. El expedientado polvorín plástico de Utiel eleva sus fardos grisáceos a unos dos kilómetros del casco urbano, con la autovía A-3 como separación. La planta es una gran mancha en un mar de viñedos, almendros y cultivos de cereal. Pero también hay otros negocios que se podrían ver afectados ante un siniestro: granjas avícolas, porcinas y de conejos.«Si eso se pega fuego y el humo viene hacia aquí se me mueren 5.000 lechones», teme un granjero de la zona que prefiere mantenerse en el anonimato. «Yo no tengo nada contra ese señor», en referencia al responsable de Utiel Recicla. «Tampoco sé si ha hecho las cosas bien o mal, pero sí le digo que tener esa barbaridad de plástico tan cerca de las granjas causa temor a los que nos dedicamos a esto». Al menos «en los últimos meses se ha vaciado bastante material», se consuela. Según detalla, «llegó a haber un vigilante privado, pero ahora ya no lo veo».

Y lo cierto es que competencia tiene desde el momento en que la empresa se ubica en su término municipal. No en vano, fue el ayuntamiento el que abrió un expediente sancionador a la empresa en 2018 y ordenó su precinto, si bien lo hizo siete meses después de que la Guardia Civil destapara el entuerto del polvorín de plástico.

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Fardos de ida y vuelta

Además, y así consta en una respuesta parlamentaria de la Generalitat a preguntas del PP, «las actuaciones a seguir son diferentes dados los expedientes abiertos tanto en esta conselleria como en el Ayuntamiento, por lo que cada una de las administraciones debe actuar dentro de sus competencias para determinar responsabilidades y conseguir la retirada de los residuos almacenados de manera irregular».

Murallas de plástico. Damián Torres

En este mismo documento, Emergencia Climática cifra en siete los gestores que estuvieron llevando plástico a la planta hasta que se descubrieron las ilegalidades. Según la Generalitat, se activó un doble expediente sancionador: uno para la mercantil utielana y otro para los responsables de esos traslados. En este último caso, el castigo asciende a un millón de euros y consiste en la reparación del mal. «Es el coste de la retirada del material, transporte y gestión adecuada», detalla la Generalitat.

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Así, en los últimos meses esos siete gestores de residuos se han estado llevando muy poco a poco lo que dejaron en Utiel, cada uno en su correspondiente proporción. Cada camión de las siete empresas cargaba una media de 20 toneladas y ya se ha superado el millar de viajes.

El gasto de traslado del plástico a plantas de toda España es la sanción impuesta a los gestores que lo llevaron a Utiel

El plástico ha ido a parar (y sigue moviéndose) a plantas de Xixona, Novelda, Albacete, Ciudad Real, Toledo o la más próxima de Caudete de las Fuentes, entre otras. Hasta once destinos diferentes de toda España han recibido los ilegales fardos que se acumularon en Utiel.

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Sin fecha de término

La Generalitat insiste en que el gasto para las arcas públicas es «cero», pues el papel de la Administración «es sólo vigilar que el traslado se está llevando a cabo». Emergencia Climática no aporta una fecha estimada para el vaciado completo de esas 8.700 toneladas que restan. «Estamos reevaluando la situación por el Covid, pero el objetivo es que se produzca la retirada y gestión completa adecuada y sin coste para los contribuyentes», tranquilizan desde el departamento.

¿Qué sucederá después con la conflictiva planta de Utiel? Cuando concluya el viaje de los fardos, la prioridad, Emergencia Climática prevé «valorar los residuos que siguen en la zona diferenciando los que se encuentren en las parcelas que disponen de declaración de interés comunitario (DIC) de los que queden en otras que no han dispuesto en ningún momento de autorización».

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Junto al temible humo de la combustión plástica, uno de los problemas de los incendios en plantas de reciclaje o almacenes de neumáticos es la dificultad de extinción. En muchos fuegos de material acumulado en masa, los bomberos no encuentran más solución que dejar quemar, a veces durante varios días.

Cronología y datos clave

  • 2017. El Seprona de la Guardia Civil denuncia ante la Conselleria de Emergencia Climática la acumulación de material plástico en la planta de Utiel.Cantidad acumulada

  • Cantidad acumulada. Según el expediente sancionador del Ayuntamiento de Utiel, llegó a haber 43.000 toneladas repartidas por ocho parcelas. La Generalitat cifró luego en 30.000 las que debían ser retiradas.

  • Junio de 2018. El Ayuntamiento de Utiel tarda siete meses en aprobar un expediente sancionador para la planta desde que el equipo del Seprona detectó irregularidades. Finalmente, precinta la planta en octubre.

  • Enero de 2019. Emergencia Climática impone un plan para retirar el plástico acumulado ilegalmente y los camiones empiezan a cargar las balas para llevarlas a recintos autorizados de toda España.

  • Expedientes. Se han abierto tres expedientes sancionadores, uno municipal y dos autonómicos. Estos últimos van dirigidos contra Utiel Recicla y también contra los gestores que llevaron el plástico a la planta.

  • 8.700 toneladas de plástico. Son las que están pendientes de retirar, según el último control del departamento de Calidad Ambiental del Consell.

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