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Terraza de un restaurante llena de clientes durante el servicio de cenas en la zona de Russafa. IVÁN ARLANDIS

Los bares respiran con la vuelta de las cenas en la Comunitat

Restaurantes agradecen el cambio de horario pero creen que es injusto mantener el aforo al 30% en el interior para los locales sin terraza

M. GUadalajara

Lunes, 26 de abril 2021

Arranca la semana con un lunes gris. El mar estaba bravo, también el viento, pero la lluvia daba una tregua por la mañana, suficiente para empezar a trabajar. En los bares y restaurantes del paseo marítimo de la Malvarrosa en Valencia preparaban ya los menús de las cenas, pero eso sí, mirando al cielo. «Aquí parece que tengamos un gafe, cada vez que hay un cambio, llueve», dijo José Miralles, propietario del restaurante la Alegría de la Huerta y del espacio Mercabanyal, ambos en la zona del marítimo. Aún así el trabajo es lo primero para uno de los sectores más vapuleados por las restricciones sanitarias. Cuatro semanas, casi dos meses cerrando a las seis de la tarde, abriendo por resistir, por aguantar, pero perdiendo en todos los sentidos. «Esto era una merma a muchos niveles, no sólo económico y de trabajo también de confianza, y ahora tenemos que pelear todo el sector para recuperarla, para que la gente vea que somos seguros, que mantenemos los buenos datos en la Comunitat y sobre todo, porque nuestro objetivo está en salvar el verano», comentó Miralles.

Esas cuatro horas marcan la diferencia entre poder servir cenas o no, aunque sea adelantando el horario habitual y esas cuatro horas, también suponen ganar un 20% de facturación, lo que supone un respiro, según los datos de la Coordinadora Empresarial de Ocio y Hostelería de la Comunitat Valenciana.

A nivel logístico no está siendo fácil, pero Miralles aseguró que reciben con «los brazos abiertos» la ampliación de horario: «Con eso se puede trabajar, volvemos al tardeo, a las cenas de picar, de tapas, y de cara al fin de semana, si el tiempo y la lluvia lo permite, esperamos poder poner el cartel de completo, porque las llamadas con reservas no han parado desde que se anunció el cambio y nadie quiere quedarse sin su mesa».

Alegría y hasta lágrimas de felicidad, en eso se traducen las llamadas para reservar mesa. Así fue ayer en el Bar Congo en Reino de Valencia: «Casi nos ponemos a llorar con la primera llamada para reservar una cena», dijo Pepa, dueña del local.

Los bares de la ciudad vuelven a ofrecer servicio de cenas, este lunes. IVÁN ARLANDIS
Imagen principal - Los bares de la ciudad vuelven a ofrecer servicio de cenas, este lunes.
Imagen secundaria 1 - Los bares de la ciudad vuelven a ofrecer servicio de cenas, este lunes.
Imagen secundaria 2 - Los bares de la ciudad vuelven a ofrecer servicio de cenas, este lunes.

Ayer fue el primer día que se permitieron cerrar desde que empezó la pandemia «y no por obligación». Aún así trabajan en organizar la semana, los horarios y el funcionamiento que llevarán ahora. «El cambio es satisfactorio, estamos contentos porque pensábamos que sería hasta las ocho. Pero es verdad que calculas, te pones a analizar y aún sigue siendo algo dramático. Si piensas en el incremento de personal que necesitas, y para lo que luego vas a facturar, tienes que encontrar un equilibrio y es complicado. Vamos a subir horas de personal que ya estaba en plantilla y vamos a incorporar a gente, pero aún no son tantas horas de facturación como para ir desahogados», explicó la propietaria.

Pepa no quiere dejar a ningún cliente fuera. «Aquí caben todos, desde el desayuno, el aperitivo y la comida, como el café de la tardeo o el tardeo y las cenas de tapas», insistió. Ha decidido establecer una fórmula que le permita dar espacio a todos. «De jueves a sábado y domingo, lo que haremos será a partir de las siete, dar prioridad a reservas que empiecen con una cerveza y vayan a terminar en cena», comentó. Y asegura que están recibiendo ya llamadas, que la gente está animada, pero siempre pendiente del cielo.

«Llevamos ya casi tres semanas así, pendientes del tiempo, de si llueve o no, y es lo que nos faltaba», protesta Kiara, dueña de La Chingada, un restaurante mexicano en Ruzafa. «Estamos justo ahora organizando todo de nuevo. Lo que haremos será abrir de seguido, sin cerrar, pero las cenas las seguimos perdiendo; para nosotros es un poco lío, hay que organizarlo bien», dice.

Agradece el cambio pero reconoce que sigue con dudas porque no sabe cómo funcionará ni cómo reaccionará la gente. «La gente no va a poder estar sentada hasta las diez, porque a las diez está el toque de queda, entonces realmente se cerrará antes», dijo.

Después se quejó del tiempo «no ayuda, pero la gente está llamando bastante de cara al fin de semana, lo que hay que ver es cómo será entre semana, imagino que si vamos de cara al buen tiempo todo irá mejorando, pero necesitamos trabajar más, que venga la gente porque así no es rentable, sólo hasta las seis no vale, no se gana nada… Esto es un buen cambio, pero no es la panacea, aunque bueno al menos hemos ganado el tardeo y picar algo por la tarde noche porque nosotros las cenas no las podremos servir, no da tiempo», dijo la joven propietaria.

Sin embargo, ayer era un día normal para los propietarios que tienen un local sin terraza, porque ellos siguen manteniendo el aforo al 30% en el interior y cuando se trata de restaurantes o bares pequeños, levantar la persiana es complicado.

Iván, regenta un restaurante vegetariano en Ángel Guimerá, Pancomido. No tiene terraza y ha decidido no abrir hasta las diez como permite la nueva norma en la Comunitat. «Ahora que alargan los días, que vamos cara al buen tiempo, la gente no va a querer meterse en un restaurante para picar algo y a las nueve y media tener que irse corriendo, porque en realidad nadie va a poder estar hasta las diez, así que nos compensa abrir», explicó.

Desde la Coordinadora insistieron en que el cambio en el nuevo horario sigue siendo insuficiente. Para establecimientos como el de Iván abrir con el poco aforo permitido y sólo hasta las diez supone un gasto en personal y recursos del que no obtienen ninguna ganancia. Para muchos esta semana será una más, en la que tengan que seguir peleando; el sector reclama al Consell soluciones tecnologícas o renovación de aire, para recuperar la actividad en el interior.

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