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DANIEL GUINDO
Lunes, 21 de marzo 2022
La pandemia se acaba (o eso parece) pero la presión asistencial que sufren los centros de salud se mantiene y, en algunos casos, hasta ... se agrava. Los valencianos tienen que esperar en la actualidad hasta dos semanas para tener cita con su médico de familia (en los casos más extremos) mientras los consultorios empiezan a perder profesionales por vacaciones y días libres pendientes, tanto de este año como del pasado, lo que supone menos plantilla para atender a los pacientes.
Además, los especialistas auguran que en breve comenzarán a atascarse también los servicios de Urgencias hospitalarias ante las demoras para ser atendido en Primaria. «Está aumentando la presión, hay un aluvión de citas en centros de salud como el de Gandia», apuntan desde CSIF. «En Elda en Primaria hay mucha presión asistencial y en la zona de la Vega Baja hay bastantes demoras para citas en Atención Primaria», agregan desde CCOO-PV. «Estamos a tope después de las Fallas», resume Eva Suárez, portavoz del Foro de Médicos de Atención Primaria de la Comunitat y presidenta de la Sociedad Valenciana de Pediatría.
Precisamente el fin de las fiestas josefinas, en el caso de Valencia, y la lluvia que desde los últimos días no para de caer en la Comunitat, están contribuyendo a que se incremente la cantidad de pacientes que requiere asistencia en los consultorios. «En Valencia hay esperas de entre 8 y 15 días para tener cita. Son cifras inadmisibles y la situación se va a agravar porque es primer día laborable después de Fallas y encima con lluvias», alerta Fernando García, presidente de CSIF Sanidad en la provincia de Valencia. «Y también se espera que aumente la presión en los hospitales», añade. «La gente empezará a acercarse hacia el final de semana, porque los centros de salud no van a dar la cobertura necesaria, y cuando Primaria se desborda llega a los hospitales, eso es de libro», lamenta este profesional.
De hecho, según un muestreo elaborado por LAS PROVINCIAS, las diferencias entre unos municipios y otros son abismales. Por ejemplo, en Alzira algunos pacientes tienen que esperar hasta el 4 de abril (14 días desde este lunes) para tener cita telefónica con su médico de familia (no es posible obtenerla presencial), mientras que en la ciudad de Valencia en algunos centros de salud como el de la Plaza Segovia no hay citas disponibles hasta el próximo día 31 (diez días de espera), tanto telefónica como presencial, mientras que en el de Nou Moles llega al día 29 (ocho días).
En municipios como Benetússer o Dénia la espera llega hasta el 30 de marzo (nueve días), mientras que en Catarroja o l'Eliana los pacientes tienen que esperar hasta el día 29 para poder ser atendidos por su médico de familia (ocho días). Frente a ello, los profesionales siempre han defendido que, como máximo, sería recomendable que los pacientes no tuvieran que esperar más de dos o tres días para ser atendido por su facultativo de Atención Primaria ya que, si estos plazos se alargan, los enfermos acaban acudiendo a los servicios de Urgencias, lo que desemboca en una mayor presión en los hospitales.
La situación actual tampoco tiene visos de mejorar en los próximos días. Como explica García, la mayoría de los aproximadamente 6.500 profesionales sanitarios contratados como refuerzos Covid todavía tiene pendiente disfrutar de buena parte de sus vacaciones y días libres, tanto de este año como del pasado. «Y ahora van a empezar a disfrutarlos, por lo que en marzo y abril vamos a sufrir una reducción de efectivos muy considerable», detalla. Además, estos profesionales tienen contrato hasta el 30 de abril (y dada la situación actual, no parece que se vayan a prolongar) y en teoría a partir del 2 de mayo empezarán a llegar los especialistas que cubran las 6.000 plazas estructurales prometidas por la Conselleria de Sanidad. Sin embargo, no todos ellos se incorporarán a la vez y habrá que esperar hasta octubre o noviembre para que se cubran todos estos nuevos puestos de trabajo.
Suárez, por su parte, subraya también este repunte de la presión tras la semana fallera, en la que buena parte de las agendas de los médicos han estado cerradas y prácticamente no ha habido sustitutos. «Y con el mal tiempo, más constipados, y a los niños que no han pasado el Covid hay que hacerles el test», agrega mientras realiza un llamamiento a los responsables de la Conselleria de Sanidad: «por favor, que nos pongan sustitutos». La portavoz de los facultativos denuncia la «dejadez» de la Administración autonómica a la hora de buscar profesionales que cubran los días de vacaciones o los empleados para ir a cursos, lo que contribuye a que aumenten los plazos para obtener cita previa.
Por último, como lamenta el portavoz de CSIF, la Conselleria de Sanidad «sigue sin decirnos aún el reparto de estas nuevas plazas estructurales por categorías y departamentos, algo que es inadmisible». Por último, García advierte también de que la mayoría de los entre 700 y 800 médicos contratados como refuerzos Covid para atender los servicios de Urgencias hospitalarias «nos han comunicado que van a renunciar si no se reconvierten en plazas estructurales, puesto que eran médicos que hacían guardias en Atención Continuada y no quieren volver a esa situación de precariedad».
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