Borrar
Darhi, en el centro, con una vecina que le agradece que haya vuelto a abrir. TXEMA RODRÍGUEZ
El primer negocio que vuelve a abrir en Catarroja

El primer negocio que vuelve a abrir en Catarroja

Una frutería se convierte en el primer comercio que intenta recuperar una normalidad que todavía se atisba demasiado lejana

Lunes, 4 de noviembre 2024, 01:53

Los tomates que exhibe Darhi en una caja en la puerta de la frutería son como un oasis en medio del desierto. Una pequeña luz de esperanza que ilumina un escenario dantesco que, a pesar de que ya han pasado cinco días, parece sumido en la oscuridad. La frutería se llama La Valenciana, y es la primera tienda que ha abierto sus puertas en Catarroja. Es una hazaña que haya podido volver a la normalidad, aunque llamar normalidad a lo que hay alrededor parece un mal chiste. Al entrar, se ve como algo irreal que todo esté limpio en el negocio, que las mandarinas y los kakis no tengan el color marrón con el que el barro lo tiñe todo. Darhi es argelino y atiende el negocio de su jefe, un empresario de nacionalidad marroquí que tiene varias fruterías más, aunque esta es la primera que ha podido abrir, muy cerca del Ayuntamiento de Catarroja.

Darhi levantó la persiana por primera vez ayer por la mañana y todo el mundo que ha entrado le ha dado las gracias. «Queríamos volver a dar servicio porque la gente no tiene acceso a comida», explica Darhi, que ha estado, junto a amigos y voluntarios, trabajando varios días para volver a recuperar esa normalidad tan deseada. «Veinte personas hemos estado durante tres días trabajando para limpiarlo todo».

Una vecina entra en la tienda y sí, le agradece el hecho de que se hayan animado a abrir para poder dar de comer a los vecinos, que han vivido estos días de la solidaridad de otros vecinos y también de lo que les han llevado voluntarios y organizaciones que han trabajado de forma autónoma. De hecho, ayer un grupo de personas que habían llegado de Murcia llevaban un carro de compra lleno de comida, que iban ofreciendo por las casas del barrio de Barraques. Hay mucha ayuda, pero los vecinos quieren normalidad.

La frutería se ha abastecido de Mercavalencia, porque en realidad, al otro lado de la zona 0 todo transcurre con normalidad. Solo había que llegar. Y limpiar. Darhi cuenta cómo tuvieron que tirar todo el género que tenían almacenado en el interior de la frutería porque nada servía. El agua subió más de un metro en el local, ubicada en una calle perpendicular al Camí Reial, al lado del Ayuntamiento.

Darhi lleva veinte años en Catarroja, y conoce a los vecinos, a quienes le compran fielmente cada semana desde hace dieciséis años. Sabe que la mayoría lo han perdido todo, así que la frutería se ha convertido en ese punto de encuentro en el que parece que la vida vuelve a brotar.

El problema para la mayoría de comercios es que es complicado abrir sus puertas, aunque puedan dejar todo limpio. Primero, porque los ordenadores y datáfonos están completamente inutilizados, y porque no es tan fácil reabrir cuando el martes lo perdieron todo. Por ejemplo, los propietarios de una farmacia cuentan que no hay posibilidad de receta electrónica, y los medicamentos están para tirar. «No podemos tirarlos a la puerta de la calle, así que los hemos metido en bolsas y almacenado», explican. Además, cinco días después, en la mayoría de las calles es complicado moverse, así que La Valenciana es todo una hazaña.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El primer negocio que vuelve a abrir en Catarroja