La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y la delegada del Gobierno, Gloria Calero, quisieron enviar ayer un mensaje claro y contundente. Tras la reunión que mantuvieron para coordinar la actuación de los cuerpos policiales ante las nuevas restricciones, señalaron que no se consentirán «comportamientos insolidarios que ponen en riesgo la salud de las personas», en referencia a fiestas y reuniones de personas superiores a las seis personas permitidas por la legislación. Las fuerzas de seguridad del Estado, explicaron ambas, estarán vigilantes. También ambas apelaron a la colaboración vecinal.
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Así Calero advirtió de que «estamos en una situación crítica viendo cómo la curva va subiendo otra vez», por lo que animó a la ciudadanía a denunciar para «evitar que personas insolidarias actúen libremente». «Si un vecino ve a su lado una fiesta no tenga miedo, llame y denuncie», recalcó la delegada del Gobierno. «Contra esas personas hay que actuar», afirmó y avisó de que «no nos vamos a andar con contemplaciones» cuando hay personas que la pandemia les está costando su trabajo su empleo.
El primer fin de semana con toque de queda en la Comunitat se ha saldado con cerca de 300 infracciones detectadas, la mayor parte por quebrantar el horario del confinamiento. Es decir, algo más de 27 cada hora.
La mayor parte de las infracciones, hasta el 40%, corresponden a personas que no respetaron el horario del confinamiento. También se levantaron actas por no llevar la mascarilla y las Fuerzas de Seguridad tuvieron que intervenir para parar algunas fiestas nocturnas, según explicó la consellera de Justicia, Gabriela Bravo.
«Para una población de cinco millones de habitantes, la escasa cantidad de actas levantadas evidencia el comportamiento responsable y ejemplar de los valencianos«, señaló ayer la consellera de Justicia tras reunirse con la delegada del Gobierno, Gloria Calero, para coordinar la actuación de las fuerzas de seguridad durante estas semanas.
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Aunque sin detallar cifras exactas, la delegada del Gobierno indicó que habrá más presencia policial y controles en las calles durante el toque de queda. Además, tanto Calero como la consellera aseguraron que se mantendrá una «coordinación permanente» y con este objetivo se realizarán reuniones periódicas.
Los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad se coordinarán a través de las juntas de seguridad en cada municipio. Los efectivos en la franja nocturna se han incrementado ya este fin de semana para controlar el cumplimiento del horario y en las diferentes juntas de seguridad se irá estableciendo la reorganización de agentes en cada localidad.
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La consellera de Justicia explicó también que las nuevas restricciones están previstas en principio hasta el 9 de diciembre para evitar aglomeraciones en fechas como Halloween o el puente de diciembre y si es necesario se mantendrán en el tiempo «para doblegar la curva». Además, avanzó que según la evolución de la pandemia se podrían intensificar las medidas.
Para Bravo el toque de queda «busca un equilibrio entre las medidas restrictivas de movilidad o de derecho a la reunión o de ámbito social y salvar la economía«. Buscan también »recuperarnos, volver a bajar en el nivel de incidencia y llegar a la Navidad en una tasa de contagio menor«.
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