![Los primeros análisis cuestionan el ataque de lobos a ovejas en la Comunitat](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/02/06/ovejasaras-R2YGNM9Ybi2A5WJRsDD590L-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
![Los primeros análisis cuestionan el ataque de lobos a ovejas en la Comunitat](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/02/06/ovejasaras-R2YGNM9Ybi2A5WJRsDD590L-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
El 23 de enero, Antonio Miguel Álvaro amaneció con un duro golpe. Diez de sus ovejas habían muerto al haber sufrido un ataque de un animal salvaje. El ganadero de Aras de los Olmos no albergaba ninguna duda: «Han sido los lobos». La Asociación ... Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), de la cual es directivo, difundió una imagen de los ejemplares fallecidos y aseguró que detrás de la escena se encontraba este imponente depredador. Inmediatamente se encendió la luz de alarma, ya que no se ha detectado presencia del 'canis lupus signatus' en la Comunitat Valenciana desde mediados del siglo XX. En cambio, el informe inicial del Ministerio de Transición Ecológica, presentado este martes, no permite aclarar si la autoría de la arremetida corresponde a lobos ibéricos o a perros asilvestrados, aunque se inclina más por estos últimos. El interrogante continúa a la espera de los resultados de los análisis de ADN, que llegarán en los próximos días.
Los técnicos del Ministerio, junto a agentes medioambientales de la Generalitat Valenciana y veterinarios de la Universidad CEU Cardenal Herrera, realizaron una necropsia parcial sobre dos de los cadáveres en el Centro de Recuperación de Fauna ‘La Granja’ de El Saler. «Tras el examen de las heridas que presentaban los cadáveres de las ovejas no se puede discernir ‘de manera in-dubitativa’ si la autoría de los ataques fue de lobos o perros. No obstante, las lesiones localizadas en las glándulas mamarias, así como las heridas en las extremidades delanteras y los flancos son muy poco habituales en los ataques a ganado protagonizados por lobos, pues estos depredadores suelen derribar a sus presas, además de mediante dentelladas muy precisas en el cuello, con ataques a las extremidades posteriores y la región perianal y rara vez se han constatado lesiones leves en las que no se aprecie pérdida significativa del tejido muscular, como ha sido este caso», apunta indica el informe, que añade: «En el caso de los perros, los patrones de ataque más habituales son las lesiones heterogéneas en partes móviles y tejidos blandos como las orejas o las ubres».
El examen halló incisiones de 6,4 y 6,7 centímetros. «El rango de la medición del bloque incisivo-canino en los lobos ibéricos puede oscilar de 5 a 7 centímetros. La huella que dejan los colmillos sobre la piel del animal puede superar incluso los 10 centímetros en función de la posición que se encuentre la presa en el momento de la captura. Sin embargo, estas mediciones deben considerarse siempre como datos auxiliares ya que existen razas de perros muy comunes en España que abarcan este rango de medición, entre ellos los pastores alemanes, collies o labradores, entre otros», indica la necropsia del Ministerio.
Justo después del ataque en Aras de los Olmos, la AVA-ASAJA transmitió que este suceso demostraba la rápida expansión del lobo por España desde que el Gobierno nacional lo incluyó en 2021 dentro del LESPRE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial). Una argumentación que, sin embargo, tanto la Generalitat como varios expertos cuestionaron. «No es imposible, pero lo primero que hay que hacer es poner en duda que el ataque fuera de lobos», afirmó Miguel Clavero, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana. Participó en un estudio sobre la evolución del lobo en España.
En cambio, Antonio Miguel lo tenía claro tras analizar las circunstancias del ataque producido en su granja ovina. El ganadero abrió las puertas de su explotación de Aras de los Olmos para mostrar a las ovejas que fallecieron al haber sufrido mordeduras en el cuello hasta la asfixia. Explicó que los lobos entraron de noche por debajo de la valla que rodea el recinto, de 5.000 metros cuadrados.
Antonio Miguel destacaba que el principal daño no radicaba en las diez ovejas perdidas, sino en el estado de salud del resto del rebaño. Y es que más de 400 huyeron despavoridas por el monte. Casi todas están preñadas. Varios familiares y trabajadores dedicaron un día a buscarlas por el campo y recuperarlas. La preocupación está en las consecuencias que puede tener el estrés sufrido por estos animales en el parto, previsto para abril.
La Conselleria de Medio Ambiente se movilizó inmediatamente. El Servicio de Caza y Pesca contactó con la Facultad de Veterinaria del CEU-San Pablo para la peritación del caso. También comenzaron las conversaciones con el Gobierno de Aragón para conocer la situación del lobo en Teruel y con el Ministerio para recabar información y asesoramiento. Paralelamente, la Generalitat entabló diálogos con expertos en ataques de lobos.
Se desplazaron agentes medioambientales y veterinarios a Aras de los Olmos para verificar el tipo de mordeduras. Examinaron las heridas en las ovejas y recogieron muestras para intentar identificar genéticamente al animal que cometió el ataque (excrementos, pelos, saliva...). Los cadáveres fueron trasladados a un Centro de Recuperación de Fauna para ponerlos a disposición de especialistas nacionales con experiencia contrastada en peritajes de este tipo: por anatomía patológica, se comprueba si las heridas son compatibles con una arremetida de lobo. Mientras se esperaba los informes de los expertos y los resultados de los análisis de ADN, encargados a la Universidad de Barcelona, la Conselleria intensificó los controles en la zona con el objetivo de descubrir y localizar a los autores. Fueron instaladas unas cámaras de fototrampeo en el área en cuestión para detectar cualquier movimiento.
En la Generalitat, había escepticismo. «Hay que subrayar que se requiere de personal especializado y, a veces, tecnologías avanzadas, para determinar si el ataque fue producido por lobos o, lo que es más probable en este caso, por perros. Al fin y al cabo, el perro procede del lobo y superficialmente los indicios pueden ser similares. De ahí la máxima precaución que debe tomarse en estos casos antes de asegurar nada», afirmaban desde la Conselleria de Medio Ambiente. Además, apuntaban que los diferentes contactos arrojaron la certificación de que los recientes ataques a ganado en localidades vecinas como Manzanera (Teruel) y Arroyo Cerezo (Valencia) fueron producidos por una jauría de perros.
En el siglo XIX, el lobo ibérico estaba presente en buena parte de España, pero acabó desapareciendo en un 68 por ciento del territorio. En la Comunitat, hay referencias de avistamientos ocasionales de lobos hasta mediados del siglo XX. En las décadas de los 70 y los 80, el 'canis lupus signatus', como se denomina a esta subespecie del lobo gris endémica de la península, estuvo en serio riesgo de extinción. Se refugió en el noroeste. «Hubo un declive muy grande en los años 40 y 50, perdió distribución muy rápido. En algún momento, con procesos relacionados con el abandono rural, el abandono de la presión sobre el animal sobre todo con el envenenamiento y la relajación de la persecución, empezó a recuperarse», explica Miguel Clavero. Sorteó la amenaza. Y en 2021, el Gobierno lo incluyó en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE).
Sin embargo, el lobo ibérico puede perder su calificación dentro del LESPRE próximamente. «Entra dentro de lo posible. Ahora mismo los criterios técnicos se van a mirar bajo una presión mediática muy grande. Hay muchísimos ojos, muchísimos intereses y lobbies alrededor de las decisiones tomadas sobre los criterios técnicos. Me parece que son decisiones forzadas en caliente. Los criterios técnicos van a pesar menos de lo deseable. Es una decisión del Ministerio junto a la comunidades autónomas. Son votaciones conjuntas», añade Clavero.
El último censo realizado en España corresponde al período 2012-14. Y está previsto que el Ministerio para la Transición Ecológica lo actualice a lo largo de 2024. «La expansión territorial en la Península Ibérica del lobo ha sido lentísima en los últimos 15 o 20 años. Eso no significa que no pueda dar saltos. Se va a hacer un censo nuevo, pero los censos parciales que se han hecho indican un aumento muy pobre. En la periferia del área de distribución hay zonas nuevas que van ocupando los lobos, pero muy lentamente. Al mismo tiempo, se han producido algunas extinciones, ha desaparecido la población de Sierra Morena, por ejemplo. En Alemania los lobos han ocupado prácticamente todo el país en 10 o 15 años, espectacular. Eso en España no ha pasado. Ni antes de la inclusión en el LESPRE ni después. En España hay una expansión espacial tremendamente lenta», comenta Clavero.
A finales del siglo pasado, el lobo ibérico comenzó a resurgir, a recuperarse paulatinamente en cuanto a número y distribución. Desde la década de los 70, estos cánidos han crecido un 23,8%, tal y como apunta el CSIC. El censo de 2012-2014 indica que existen 297 manadas en el país, pero se estima que ya se supera las 300 en el área de mayor concentración: Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria. Además, hay constancia de la presencia de la especie fuera de estos límites, en ubicaciones más próximas a la Comunitat Valenciana.
Ante el aumento de observaciones en comunidades autónomas cercanas, es decir, en Cataluña, Aragón y Castilla-La Mancha, la Subdirección General d'Espais Naturals i Biodiversitat movió ficha en marzo de 2023 y preparó el documento 'Actuaciones previstas ante la eventual reaparición del lobo en la Comunidad Valenciana'. Un protocolo que ahora se ha puesto en marcha.
Los avistamientos más próximos, que han sido muy recientes, han ocurrido en Teruel. Desde julio de 2020 se conoce la presencia de lobo al sur del Ebro. Primero se detectó en la zona de Fuendetodos y Villanueva de Huerva (Zaragoza) y a finales de ese mismo año se detectó en Alcañiz (Teruel). La especie sigue presente en el Bajo Aragón, aunque en muy bajo número (1-3 ejemplares). Las últimas observaciones confirmadas cerca de la Comunitat son de un ejemplar visto en Formiche (Teruel), a unos 50 kilómetros de Aras de los Olmos. Este municipio valenciano, precisamente, hace frontera con Arcos de las Salinas (Teruel) y Santa Cruz de Moya (Castilla-La Mancha).
Aragón, además, se presenta como un territorio especialmente interesante para los expertos en biodiversidad, ya que ofrece unas condiciones favorables para el encuentro entre el lobo ibérico y el italiano. Este último, denominado científicamente como 'canis lupus italicus', entra en España por los Pirineos tras cruzar Francia y ha comenzado a instalarse en Cataluña. Se trata de otra subespecie del lobo gris.
Una distinción a la que quita hierro Clavero: «Lo de las subespecies no tiene mucho sentido. El italiano es el último reducto del lobo que quedó en Europa Occidental. El ibérico se ha expandido algo, pero muy poco. El italiano sí que ha tenido una expansión geográfica más grande, colonizando zonas en el sur de Francia. Esos son los lobos que han llegado a Pirineos. En Cataluña sobre todo, pero en Aragón también. Se habla de que han entrado en contacto con los lobos ibéricos. Pero desde el punto de vista de las subespecies no tiene mucho sentido porque esa separación de Iberia e Italia con los lobos es súper reciente, de muy pocos siglos. Desde el punto de vista evolutivo, es poquísimo tiempo. Los Pirineos no son ninguna barrera efectiva para los lobos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.